Era uno de los objetivos de la temporada y cerró sin alcanzarlo. Ni a la Copa Sudamericana, ni a la Libertadores. El Deportivo Lara terminó con las manos vacías, pese a experimentar una notable mejoría en el torneo Clausura, pero le faltó el puntillazo final ante el Atlético Venezuela, para quedar eliminado en cuartos de final con un global 3-1.
Con esa eliminación tempranera murieron las esperanzas rojinegras de clasificar a una de las dos citas continentales de la Conmebol, pasajes reservados para los finalistas del certamen: el campeón a la Libertadores y el subcampeón a la Sudamericana.
Desde luego, en el camerino larense abundan los lamentos, expresiones de amargura por no dar en el blanco con el objetivo, al sentir que la plantilla daba para más, pero una mala noche, en el juego de ida de los cuartos de final, marcó el final de un semestre muy bueno.
“Claro que estamos tristes de terminar temprano”, respondió Jesús Hernández, según una nota de prensa despachada por el equipo crepuscular. “Nos vamos con un toque de satisfacción a pesar de todo, porque hicimos un buen torneo desde la fecha 7, (cuando) pudimos sacar varios puntos. Lastimosamente quedamos fuera temprano”, adicionó el atacante, que brilló en las primeras fechas, pero su paso goleador fue frenado por una lesión que lo mantuvo varias semanas fuera de acción.
Hernández emitió sus declaraciones tras el entrenamiento de ayer, programado por el cuerpo técnico antes de dar un par de semanas de vacaciones al grupo y volver al trabajo el 1° de diciembre, ya con la mira puesta en el torneo Apertura 2017, que acometerá el equipo con deseos de pagar “esa deuda que tenemos con nosotros mismos”, según Hernández, de ir por un título y el avance a una copa internacional.