La semilla de papa que emplean productores de Lara tiene cinco años de uso o multiplicación, lo que disminuye su rendimiento y calidad. En este sentido, el reciente otorgamiento de permisos del Gobierno Nacional, para su importación particular, resultó ser una alternativa, a riesgo del productor, que podría restituir el rubro.
Al respecto, Aldemaro Ortega, director de la Federación Nacional de Productores de Papa y Hortalizas en Venezuela (Fenaphort), manifestó que una comisión conformada por representantes de asociaciones productoras y empresas del ramo, se encuentran en Canadá, negociando la importación para finales de mes, con peculio propio y a dólar libre, de 20 mil sacos de semilla de papa Kennedy. En dicha transacción estarían participando al menos 200 productores de los 1.200 hortaliceros de la entidad.
El costo del saco de semilla en Canadá es de $18. Colocarlo en Venezuela, sumando gasto de traslados y otros, hace que el valor ascienda a $22.
Por su parte, Ernesto Torres, presidente del Consejo de Papicultores y Hortaliceros de Andrés Eloy Blanco, apuntó que la actividad en Lara es “cada día más difícil”, sin semillas, fertilizantes ni insumos, por lo que el referido permiso sería un paliativo, que igualmente no llegaría a tiempo para todas las regiones paperas del país, sino para Lara, que puede cultivar el rubro todo el año.
Expresó que la semilla debió ingresar al país en septiembre para llevar la papa al mercado en diciembre. Con esta posibilidad de importación podría haber nueva papa, a costo dolarizado, para marzo de 2017.
“Lo poco que hay es papa de semilla multiplicada, con bajos rendimientos y unas cuantas extensiones de caraota”, indicó.
Costo de producción
Ortega señaló que dicha importación representa un importante incremento en los costos de producción, ya que el rubro anteriormente era atendido con dólares a tasa preferencial, a Bs. 6,30. Es de recordar que el valor a tasa libre es superior a los Bs/$. 1.700.
Expresó que el costo de producción por hectárea ascendía a Bs. 5 millones previo al incremento acelerado que registró en los últimos días el mercado libre del dólar.
-El gobierno tiene que darle un viraje al tema de la importación y apoyar la actividad. Se hace imposible sostener la producción agrícola a dólar libre.
Torres señaló que dichas condiciones, aunque los mantienen medianamente productivos, siguen dejándolos en desventaja, en un “mercado de competencia desleal”, donde otros importan a dólares preferenciales.
“Esto lo hacemos a riesgo de nosotros mismos, porque los costos son elevados”, puntualizó, al tiempo que señaló que a puerta de finca se paga actualmente la papa entre Bs. 600 y Bs. 800 y que los costos incrementarán considerablemente. Se atrevió a señalar que con los recientes incrementos del dólar libre podría ser de hasta Bs. 7 millones el gasto por hectárea.
Sacrificio del privado
El director de Fenaphort resaltó que esta importación privada de semillas igualmente redundará en benéficos para el Plan Nacional de Semilla, ya que la misma será multiplicada y llevada a los campos por los próximos cuatro años, lo que brinda garantías de la actividad.
“El propósito es traer una semilla élite de para reproducirla otros años”, comentó por su parte Torres.
En materia de dotación de agroinsumos, acotó que para esto también podrían otorgarles permiso a fin de que los traigan de Colombia.