El Cuerpo de Policía del Estado Lara (CPEL) está de luto por el fallecimiento, durante la noche de este viernes y en circunstancias violentas, de unos de sus funcionarios. Y es que la delincuencia que azota al país no distingue color político, estrato social ni profesión alguna.
El Oficial Agregado Franklin Manuel Meléndez García, de 40 años de edad, estaba entregado a su esposa, trabajo y cuatro hijos. Uno de ellos había estado enfermo en los últimos días y la preocupación por la salud de su pequeño lo tenían algo preocupado, pues además requería de dinero extra para hacerle unos exámenes.
La tarde de este viernes aparentemente le dijeron que habían depositado los aguinaldos y por ende, como a las 7:00 de la noche, le dijo a su esposa que saldría a revisar la disponibilidad en su cuenta bancaria. Abordó su moto y partió pero nunca volvió.
“Él cargaba era 500 bolívares nada más y me dijo ya vengo, voy a ver si pagaron los aguinaldos”, relató con la voz entrecortada la viuda del efectivo, Jesica Mujica.
Cuando regresaba a casa decidió hacer una parada en la licorería de su compadre llamada Euchiry y ubicada en plena vía pública, específicamente en Rastrojitos, al norte de Barquisimeto, en la que solía frecuentar cuando estaba libre. Esta queda a dos cuadras de su hogar y afuera del local estaban unos amigos jugando dominó y tomando cerveza.
Allí pasó unos minutos entre cuentos y la partida de dominó. Su pareja afirmó que no ingirió bebidas alcohólicas porque estaba en tratamiento médico.
Como a las 9:00 de la noche dos ladrones llegaron al sitio y sometieron a todos a punta de pistola. Luego de hacerse con el efectivo de los presentes, preguntaron por el dueño de la motocicleta particular del hoy occiso que estaba estacionada a unos centímetros.
Franklin Manuel salió al paso y dijo que era de él, pero advirtió al delincuente que el vehículo de dos ruedas presentaba una falla mecánica y que seguramente no iba a prender o se apagaría en el camino.
Por ello los asesinos hicieron que el Polilara se montara en la moto para que la encendiera, pero tras varios intentos no pudo; el carburador estaba defectuoso.
Los atracadores se molestaron, uno cargó su arma, apuntó y le disparó, sin piedad, en la región frontal derecha de la cabeza (la bala tuvo salida por la parte trasera) a Meléndez García, quien murió en el acto y quedó tendido sobre su motocicleta.
Detalló la esposa del hoy fallecido que, a eso de las 10:00 de la noche, un conocido de la familia tocó la puerta de la vivienda familiar en Rastrojitos, al norte de Barquisimeto, para darle la nefasta noticia.
“Él me decía que si lo llegaban a robar iba a entregar todo”, se lamentó Mujica, quien cree que su marido no trató de enfrentarse a los hampones.
La víctima fatal integraba, desde hace seis meses, la Brigada Hospitalaria de la policía regional. Por inconvenientes en su columna vertebral estaba de reposo desde el pasado lunes. Tenía aproximadamente 13 años de servicio policial.
Era el quinto de siete hermanos y uno de sus hijos era de otra mujer.
Se cree que los delincuentes son de la misma zona. El Cicpc inició las investigaciones y se encuentra interrogando a los testigos del hecho para tratar de identificar a los matones.