Tomar la bandera que identifica a Barquisimeto como la capital musical de Venezuela y enaltecerla, es la tarea que se planteó FundaescuchArte, fundación que contribuye a la investigación, desarrollo, aplicación y difusión de la educación musical, a través de programas dirigidos a estudiantes y profesionales del área.
Para el profesor de la institución, Omar Torrelles, la difusión del trabajo musical ha sufrido un menoscabo tanto por entes gubernamentales como por las mismas instituciones dedicadas a la música. Actualmente el calificativo de “capital musical” ha sufrido un desgaste que urge recuperar, no sólo en cuanto al trabajo de los artistas larenses, sino también al material investigativo que aquí se procesa.
“Creemos en la formación, no simplemente se trata de tomar un instrumento y ejecutarlo”, dice Torrelles, por ello el empeño de FundaescuchArte en la capacitación integral, a través de experiencias vanguardistas y actualizadas, que ya han sido implementadas en América del Sur y Europa.
La doctora Sandra Flores, de la Universidad Pedagógica Libertador – Instituto Pedagógico Barquisimeto “Luis Beltrán Prieto Figueroa” (UPEL-IPB), considera que en el estado hay pocos espacios con las condiciones idóneas para eventos musicales y de carácter artístico. Dice que hay un público educado, que está interesado en la movida musical, pero no tiene un abanico de opciones.
En cuanto a la música como profesión, aquel mito de que era nada más que un “hobby”, pasó a ser un modelo que se superó. Según Flores, este salto se debe gran parte al trabajo del maestro José Antonio Abreu, fundador de la Orquesta Nacional Juvenil de Venezuela y del Sistema Nacional de Orquestas Sinfónicas Juveniles, Infantiles y Pre-Infantiles de Venezuela.
“En El Sistema está reflejado la disciplina, cuidado del cuerpo, el entrenamiento diario, la concentración y de allí parte el respeto que tiene el país por la música”. Para la docente, la música es una actividad racional, más que poética.
La Sinfónica también ha demostrado que sí hay suficiente acceso a la música en el país, que no es exclusiva para una clase social y que no existen restricciones para educarse en el área.
La ciudad musical tendrá su posgrado en música
En Venezuela, la mayor apuesta a la educación musical la tiene UPEL-IPB, que recientemente abrió una nueva línea de investigación: Educación Musical para el Desarrollo Humano, coordinada por la doctora Sandra Flores. La idea surgió por la necesidad de formar a profesionales en el ámbito musical, capacitados para instruir a estudiantes desde el nivel inicial, bachillerato y materias teóricas del conservatorio. Los profesionales son titulados como profesor, mención música.
“La música es importante en la formación integral de una persona porque vivir la actividad musical le permite al individuo establecerse valores positivos, concede un espacio donde hay normas, donde se trabaja en grupo, donde hay responsabilidad, objetivos por alcanzar…”, explica Flores.
Incorporar esta experiencia en un aula de clases y en los planes de estudio de instituciones de cualquier nivel, también aleja a los estudiantes de los vicios, permite la concentración, desarrolla el interés en destacar el trabajo y representa una ayuda valiosa para el resto de materias del currículo escolar.
Tanta es la empatía que existe por la rama, que la UPEL – IPB estudia la posibilidad de abrir un posgrado en educación musical, que vendría a ser el primero en el país.
