A medida que va aumentando el descontento de la población por los muchos problemas que estamos padeciendo,también cae la confianza en que quienes nos gobiernan saben como hacer para salir de la situación e incluso se llega a dudar si tienen realmente algún interés en mejorarla. El resultado es que cualquier aglomeración de gente se convierte en una asamblea espontanea en las que se evidencia el descontento y el deseo de cambio.
En estas asambleas siempre hay algunos que intentan defender al gobierno, peroterminan siendo objeto de rechiflas por la debilidad de sus argumentos. Lo que si estan haciéndose cada vez más frecuentes son aquellos que aprovechan para convencernos que “Solo Dios arregla esto”. Sonevangélicos que creen que no debemos hacer nada porque solo Dios quita y pone reyes y que la política es oficio del demonio.
Esa convicción no está confirmada por ninguna evidencia histórica, económica, política o sociológica ni está apoyada con datos comprobables. Nunca se ha encontrado algún indicio que sugiera que solo Dios arregla esto o pone y quita reyes. Lo que si se ve con toda claridad son personas que actúan en sus circunstancias, viven en ellas y a su entender van cambiando, arreglando y desarreglando el mundo, haciendo algunas cosas bien y otras mal y en ese proceso transcurren su tiempo vital, tanto en el plano individual como colectivo, que es siempre el político.
Por supuesto, de vez en cuando aparece alguien actuando según el mismo percibe comola voluntad de Dios. Ocurrió, por ejemplo, con el emperador Constantino, con Juana de Arco e incluso con Girolano Savonarola, pero nadie puede asegurar que eran personas mentalmente sanas o que no estan mintiendo. Pero si la mano de Dios no aparece por ningún lado, en cambio, se ven claramentelas pasiones y las razones que mueven a los hombres. En algunos casos estas pasiones los convierten en personas dedicadas intensamente a hacer el bien. Pero en otros casos las pasiones los convierten en un azote, en dictadores dispuestosa ejercer todo su poder contra la inmensa mayoría de su pueblo.
Los convencidos de que solo Dios arreglaesto no explican como ni que hará Dios. Ni siquiera insinúan algo que puede tener sentido para los creyentes: que Dios actúa a través de los hombres, aun si los hombres no estannecesariamente conscientes deser instrumentos de Dios. Pero, ¿cómo saber si lo queanima a tanta gente a oponerse al régimen lo hacen porun impulso divino o solo el simple instinto de autodefensa?. En todo caso, me resulta difícil no aceptar la sapiencia de ese dicho tan popular: “A Dios rogando y con el mazo dando”.
En esto de estudiar los textos bíblicos cada uno lee lo que le interesa y parece: unos se niegan a participar en política mientras otrosapoyan a la oposición y otros más a los movimientosrevolucionarios.¿Creerá Maduro que Dios está de su lado y que actúa queriendo el bien para el país? Habrá que preguntarle al pajarito azul. Y en caso afirmativo, que Dios nos ampare pues no hay nada peor que un espíritu maligno actuando convencido de que Dios está de su parte.