Todos y cada uno son requeridos por la necesidad de preparar y establecer una PAZ verdadera sobre bases sólidas y justas, para lo cual el diálogo no sólo es oportuno, sino indispensable. El diálogo por la PAZ, no es una utopía. Pero hace falta que se acuerde en realizar, e iniciar sin cesar—quitando los obstáculos y desmontando los vicios de los falsos diálogos, donde cada uno, o una de las partes sólo busca que el otro acepte sus deseos, sin llegar a acuerdos de consensos. Siendo esto cierto, ¿ cuales son las cualidades del verdadero diálogo?. Ellas son : 1. La búsqueda de lo verdadero y justo para todo hombre, grupo y sociedad.
Tanto en lo que se és solidario, como en lo que se presenta como adverso. 2. La apertura y acogida, donde cada parte exponga sus puntos de vista. Y también escuche con atención la exposición de la situación que presenta la contraparte, y las soluciones razonables que se propongan. 3. Aceptar la diferencia y especificidad del otro y lo que lo separa de él. Que lo asuma aún a riesgo de las tensiones que de allí se deriven; sin renunciar por cobardía o por coacción aquello que reconoce como verdadero y justo, y que de no hacerlo podría conducir a un compromiso falso, y, a la inversa, sin pretender al otro a la condición de objeto, sino considerándolo como sugeto inteligente, libre y responsable. 4. El diálogo es la búsqueda de todo aquello que ha sido y sigue siendo común a los hombres. Aún en medio de tensiones, oposiciones y conflictos. En este sentido es hacer del otro un prójimo. Es aceptar su colaboración, es compartir con él la responsabilidad frente a la verdad y la justicia. Es proponer y estudiar todas las formas posibles de honesta conciliación. 5. El verdadero diálogo es la búsqueda del bien, y el acercamiento a él, por medios pacíficos; es la voluntad obstinada de recurrir a todas las fórmulas posibles de negociación, mediación, de arbitraje, esforzándose siempre para que los factores de acercamiento prevalezcan sobre los de división y de odio.
En fin como escribía el Papa Paulo VI, “La apertura del diálogo desinteresado, 0bjetivo y leal… lleva consigo la decisión a favor de una Paz libre y honrosa; excluye fingimientos, rivalidades, engaños y traiciones”.