No se puede utilizar a los presos políticos como fichas de negociación, advirtió el director ejecutivo de la organización Foro Penal Venezolano, Alfredo Romero, al cuestionar la intención de las recientes liberaciones acordadas en el marco del proceso de diálogo entre gobierno y oposición.
«El gobierno los utiliza como rehenes para incrementar su poder de negociación», destacó el abogado este miércoles.
«Eso no lo podemos permitir, porque los presos políticos no son números, son rostros de personas que están en la oscuridad sufriendo día a día un encarcelamiento injusto”, expresó.
De esta manera, la organización de derechos humanos reafirmó su posición de rechazo a la manera como se viene desarrollando el acercamiento con la oposición convocado por el Ejecutivo nacional, con la intermediación del Vaticano y tres expresidentes.
Insisten en que si bien estas liberaciones que se están dando ahora son bien recibidas por los afectados y sus familias, siempre hubo razones procesales para efectuarlas hace mucho tiempo, pero aunque se trata de una cuestión de derechos humanos en la realidad todo depende de la voluntad de una persona.
«Por ejemplo, entre los presos políticos hay 86 procesados que no han sido condenados, y quienes según los artículos 44 y 49 de la Constitución tienen a derecho a la presunción de inocencia y a ser juzgados en libertad. Para lograr esas libertades que podrían ser hoy mismo lo único que hace falta es voluntad política», recalcó por su parte el director de la ong, Gonzalo Himiob.
De igual forma, algunos de esos procesados llevan más de dos años en detención preventiva cuando el artículo 230 del COPP establece que ese es el tiempo máximo para estar preso sin una sentencia. La suerte de los condenados no es diferente, habiendo casos dramáticos como el del ex funcionario de la Policía Metropolitana Marco Hurtado, quien ha pasado preso 13 de los 16 años de pena que le dieron por el caso del 11 de abril de 2002, sin que hasta el momento un juez se haya atrevido a dictar la medida alternativa de cumplimiento de condena que por ley le corresponde.
Igualmente, «existen varios casos de personas extranjeras que son detenidas arbitrariamente para ser negociados por el gobierno como fichas políticas”, advirtió Romero.
Conteo
Descontando a los activistas Marco Trejo y Andrés Moreno, al dirigente político Carlos Melo, y al ex jefe de seguridad de la Asamblea Nacional, Coromoto Rodríguez, liberados el martes pasado, aún quedan 108 presos políticos y el efecto «puerta giratoria» mantiene la lista en una cifra más o menos estable.
“Mientras liberan a cinco personas detienen a otros», siendo los más recientes los apresados en varias ciudades durante la jornada de protesta del pasado 26 de octubre, denominada «La Toma de Venezuela».
Jornadas como esta dan cuenta del aumento de la represión policial y judicial por motivos políticos en Venezuela, cuya cara más objetiva refleja más de 6 mil 800 arrestos políticos desde el 2014.
Mientras tanto, el defensor del pueblo aseguró el martes que los liberados deberían «pedir perdón» y «reconocer» sus presuntos actos.
En este escenario, “aplaudimos el diálogo, pero no podemos negociar la libertad y la salud de nuestros presos políticos en el marco de negociaciones con un gobierno represor”, sentenció finalmente Gonzalo Himiob.