El Día de los Muertos se celebra cada 2 de noviembre. El origen de la festividad tiene sus raíces en el sincretismo de la cultura prehispánica y europea.
Una parte importante de la tradición implica visitar los cementerios, ya sea durante el día o la noche, donde las familias acuden y colocan velas sobre las tumbas como una forma de iluminar el camino de las almas en su regreso a casa.
Cada cultura tiene su propia manera de honrar a los muertos, en Venezuela, esta celebración está más que todo relacionada con la aflicción, el recuerdo del ser y actividades que signifiquen un tributo a los seres queridos fallecidos.
En honor a esta celebración, en el día de ayer fue inaugurada la rehabilitación del portal del cementerio Bella Vista, el cual es un patrimonio cultural de Barquisimeto y fue construido a comienzos del siglo XX.
Esta estructura moderna-gótica está conformada por el pórtico, el frontón, los arcos relieves, los pilares adosados, estilóbatos, adornos, cornisas y relieve frontal superior. Fue una inversión de 15 millones de bolívares que tuvo como fin rescatar el patrimonio cultural de la ciudad y recuperar los espacios públicos a través de obras artísticas.
Decenas de personas acudieron a las actividades programadas en la celebración del Día de los Muertos, las cuales tuvieron lugar en el cementerio Bella Vista, luego de la reinauguración de la capilla. En el camposanto se celebró una solemne eucaristía oficiada por el arzobispo de Barquisimeto, Antonio José López Castillo. Por último, los visitantes pudieron deleitarse con una serenata ofrecida por músicos de la Orquesta Típica Municipal de Iribarren, a la memoria de músicos larenses que reposan en el camposanto.
Entre ellos se pueden nombrar a Miguel Antonio Guerra, fundador de la Orquesta Mavare; el cuatrista Eusebio López; los hermanos Gómez, dueto de la ciudad de Carora conformado por Rafael Gómez y Hermógenes Gómez; el autor de Como llora una estrella, Antonio Carrillo, entre otros.
Turismo religioso
El alcalde del municipio Iribarren, Alfredo Ramos, detalló que el propósito final es convertir al cementerio Bella Vista, para el año 2017, en un museo a cielo abierto, que permita la promoción del turismo religioso dentro del municipio.
“Queremos crear un emporio de turismo religioso en este estado y que nuestro municipio se identifique no solo por la procesión de la Divina Pastora, sino por las iglesias que son consideradas obras de artes y este cementerio”.
En su consideración, los camposantos deberían ser lugares frecuentemente visitados y, convertirlos en un museo a cielo abierto sería una clave para iniciar el proyecto.
Recordó que en este año han sido invertidos más de 100 millones de bolívares en el mantenimiento de los cementerios, que estima insuficiente ante el estado de abandono que sufren hoy día los siete camposantos que se encuentran dentro de Barquisimeto.
“Actividades como las que se realizaron el día de hoy (ayer), demuestran que en Barquisimeto tenemos la intención de recuperar valores y tradiciones en nuestra ciudad, siempre con nuestra gestión que no tiene nada que ver con partidos, sino embellecer la ciudad y recuperar el sentido de pertenencia, que se ha perdido en muchos años por la descomposición que hemos tenido de la sociedad venezolana”.
Soledad
A pesar de que el cementerio Bella Vista fue altamente visitado, gracias a las múltiples actividades programadas en el marco de la celebración del Día de los Muertos, el resto de los camposantos pertenecientes a Barquisimeto tuvieron una baja afluencia de visitantes.
La señora Delfina Amaro cada año se dirige del camposanto ubicado al oeste de la ciudad a visitar a su hijo y su madre. Ella va junto a sus familiares a limpiar la tumba, llevar flores y encenderles una velita a los difuntos mientras rezan el Santo Rosario.
Sin embargo, en su consideración ya esta fecha no es lo que era antes.
“Años atrás uno visitaba frecuentemente los cementerios, era un paseo familiar estar junto a nuestros difuntos y en esta fecha la gente no cabía dentro de los cementerios. Ya nada en el país es lo mismo”.
En su opinión, la actividad se ha perdido por un tema cultural y de seguridad. “La gente ha dejado de venir porque la delincuencia ha incrementado en estos espacios. Los gobiernos deben hacer algo para que se recuperen estos espacios. Es un regocijo tener un espacio íntimo donde visitar y rezarle a nuestros seres queridos y de esa manera nunca olvidarlos”.