Para recordar: “Dios no es hombre, para que mienta; ni hijo de hombre para que se arrepienta: Él dijo, ¿y no hará?; habló, ¿y no lo ejecutará?” (Números 23: 19).
La palabra infalible no aparece en ninguna parte de la Biblia; tampoco se presenta como atributo directo referido a Dios, como ocurre con: Omnisciente, Omnipresente, Omnipotente, Eterno, Justo, Misericordioso, entre otros.
Por definición, infalible: “Se aplica a la persona que no se equivoca nunca, o que jamás comete un error”. Y el adjetivo se refiere a “que no puede engañar, ni engañarse”. (http://es.thefreedictionary.com/infalible).
Nuestro texto bíblico inicial menciona que Dios no miente… ni se arrepiente (A la larga, lo que hace Dios está bien y punto). Tal vez, por ello, se le acredita la infalibilidad a la Biblia, que es la Palabra de Dios, en la cual no hay error, engaño, o contradicción. Nota: Donde exista alguna discordancia bíblica es por error humano, mala interpretación, o por introducir libros apócrifos.
Por otro lado: ¿Quién no habrá escuchado del dogma católico llamado la infalibilidad papal? Según es.wikipedia.org; mencionan que dicha infalibilidad fue promulgada por el Papa Pío IX, el 18 de Julio de 1870, en el Concilio Vaticano I, y luego fue refrendado en el Concilio Ecuménico Vaticano II.
En la página, aleteia.org, sobre el tema, hacen tres preguntas interesantes: “¿Qué es la infalibilidad pontificia? ¿Todo lo que dice el Papa es infalible? ¿No puede equivocarse ‘un Papa’?”.
Por su parte Elena de White, cita a Juan L. von Mosheim, quien se refiere al Institutes of Ecclesiastical History, y señala: “Roma asegura que la iglesia (Católica), nunca erró; ni errará jamás, según las Escrituras” (Conflicto de los Siglos, p. 620).
La autora antes mencionada, dice que el Papa Pío IX, el mismo de la infalibilidad, en su encíclica del 15 de agosto de 1854 dijo: “La libertad de conciencia es uno de los errores más pestilentes y absurdos” ‘de un pueblo’; el mismo Papa, se contradijo, cuando el 8 de diciembre de 1864, sostuvo que en “la libertad de conciencia y de cultos… no se puede emplear la fuerza” (Ídem, p. 621).
Reforzando el ejemplo anterior, www.lanación.com.ar, señala: “(el Papa) Juan Pablo II admitió errores de la Iglesia Católica, como la persecución a los hebreos, la Inquisición y la esclavitud… ‘e inclusive’ pedirá perdón por siete pecados más”. (12/03/2000). Eso indica que la iglesia no es infalible.
Si todos los humanos estamos sujetos a errores, preguntamos: ¿Es infalible es TSJ (el Tribunal Supremo de Justicia, de Venezuela? ¿Se puede equivocar este Poder Judicial?
En esa dirección, Ostériz, Juan José (2016), menciona el hecho que los Tribunales Penales, anularon las firmas en cinco estados, el CNE suspendió la recolección de firmas para el 26, 27, 28 de Octubre, después que lo había aprobado (también suspendió el Revocatorio) “violando los derechos fundamentales escritos en la Constitución”. (EL IMPULSO, opinión, p. A4).
Entonces, si el TSJ no es infalible, ya que no es Dios, cada vez que cometan una atrocidad ¿Quién los corregirá a ellos? Estos magistrados deberían rectificar cada vez que se equivoquen. Y, si Dios alguna vez ha “corregido” cualquier decisión tomada, lo ha hecho para nuestro beneficio o salvación y no para nuestra perdición ¿Será esto un buen ejemplo para cualquier Tribunal, o ser humano en el mundo?
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