El Estado venezolano carece de argumentos para probar que garantiza los derechos humanos de sus ciudadanos, y por lo tanto le será “complicado” aprobar el Examen Periódico Universal (EPU) ante el Consejo de Derechos Humanos de la ONU. Así lo afirmó el abogado y defensor de DDHH, Rafael Narváez, el mismo día del comienzo de la evaluación que le toca rendir a Venezuela en la ciudad de Ginebra, Suiza, frente a los 193 países miembros de la ONU.
“El Estado venezolano se ha convertido en uno de los miembros de la ONU cuya política es reprimir, torturar y usar balas y perdigones ante quienes plantean diferencias contra quienes disienten de que la vida en Venezuela sea decidida por el hampa y no valga nada”, manifestó.
Una de las cosas que tendrá que explicar el gobierno de Maduro en materia de derechos civiles, es por qué entre 2014 y 2016 se registraron más de 5.500 detenciones arbitrarias, de las cuales 3.535 ocurrieron solo en 2014. También, por qué los cuerpos policiales actúan de forma “concatenada con colectivos violentos del sector oficialista para cercenar libertades y derechos políticos, amedrentar y vejar a manifestantes”.
Asimismo, resaltó Narváez, las situaciones de falta de alimentos y largas colas para conseguir comida, aunado a la escasez del 70% en medicinas y la muerte de pacientes por no conseguir medicamentos, “son atenuantes de la dificultad que tiene Venezuela de aprobar el EPU”.