El alcalde del municipio Iribarren, Alfredo Ramos, en la mañana de ayer presentó el presupuesto anual de ingresos y gastos municipales para el ejercicio fiscal 2017, ante la Cámara Municipal.
Para este año, el presupuesto incrementó en 408 %, el cual representa un total de 34 mil millones de bolívares.
16 mil millones de bolívares serán destinados para gastos de funcionamiento y personal, y 17 mil millones de bolívares se asignaran para costear los gastos de inversión.
“El costo de la vida, la escasez y el desabastecimiento indudablemente continúa repercutiendo en las gestiones de gobernadores y alcaldes. En el transcurso de este año hemos utilizados los recursos con inteligencia para atender todas las necesidades esenciales y básicas de la población”, informó Ramos.
Destacó que para el año que viene las metas físicas estarán enfocadas en el bacheo de toda la ciudad, los mantenimientos de espacios públicos y la recolección de basura.
Detalló que buscan implementar mejoras salariales a cada uno de sus empleados. “Una parte importante del recurso se utilizará para garantizarle a los trabajadores sus beneficios socioeconómicos y ampliar algunos de ellos, como es el caso de los días de aguinaldos. Queremos el año que viene ser la primera alcaldía que le haga entrega de 120 días de aguinaldo a todos sus trabajadores municipales, además de ajustar el tabulador”.
El debate debe continuar
“El único diálogo que está esperando el pueblo venezolano es que aquí se restablezca la democracia y el derecho al voto, el cual fue robado por la dirigencia del Psuv, que gobierna este país”, expresó Ramos, refiriéndose a la primera reunión de diálogo formal entre el Gobierno y la oposición venezolana que tuvo lugar este sábado 30 de octubre en la capital venezolana.
Asimismo indicó que uno de los principales puntos que se deben tratar dentro del diálogo es la reactivación de la recolección de firmas necesarias para la ejecución del referendo revocatorio.
“Los ciudadanos esperan que se resuelven todos los problemas que afronta el país, entre esos: la crisis humanitaria y social, y por encima de todo, la crisis política, la cual solo se resuelven con la realización del referendo revocatorio o el adelanto de las elecciones presidenciales”.
En su consideración, el hecho de que la cúpula del Psuv se haya sentado a dialogar con la oposición, demuestra que la presión de calle, la movilización del pueblo y el descontento general obligaron al Gobierno a participar. No obstante, es un arma de doble filo que permite que el oficialismo gane tiempo para desmovilizar y desmotivar a la población.
“Estos señores nunca le han jugado limpio a Venezuela y menos al arrebatarnos nuestro derecho constitucional al voto, por lo cual se deberá abrir un juicio político al Presidente de la República. Pero no podrán con la agenda de lucha, movilización de calle, activación del mecanismo internacional y la opción parlamentaria”.