Las ventas de flores han descendido considerablemente. Todos los vendedores de la Asociación Divina Pastora, desplegados desde La Mora hasta La Campiña en el municipio Palavecino, coinciden en que las ganancias son incomparables a las de años anteriores, especialmente en fechas importantes como la del Día de los Difuntos, que se celebra el 2 de noviembre.
En el año 2016, los proveedores han variado sus precios cinco veces, la mayoría de las flores son de Boconó en el estado Trujillo, Bailadores en Mérida, Los Teques en Miranda, San Cristóbal y Colombia. En Lara sólo están disponibles las gladiolas y calitas, de Humocaro en el municipio Morán, sin embargo, según los vendedores, no son de la misma belleza y calidad.
Los ramos más económicos que se pueden ofertar para obtener un mínimo de ganancias, cuestan Bs. 500, pero también hay de Bs. 800 y Bs. 1.000, estos incluyen astromelia o lirio de campo, ave de paraíso, cala, girasoles, chiribita o margarita común y follaje.
Si el comprador lo desea puede llevar una rosa, cuyo costo por unidad es de Bs.350 las rojas y Bs. 400 las de colores. Otra flor poco elegida por los familiares de difuntos pero muy vistosa es la gerbera, cuyo costo por unidad es de Bs. 500.
Sin embargo, estos precios comparados a los de las floristerías, son más económicos.
Betsy Burgos, una de las 25 vendedoras que conforman esta asociación de flores, dice que en épocas especiales suele ofertar 100 tobos, cada uno con seis ramos de flores de distintos precios, es decir 600 ramos. Aunque está rodeada de la competencia, ella regresaba a su casa sin mercancía y con buenas ganancias, ahora “las ventas están muy difíciles, si vendemos poco, las bajamos de precio para al menos pagarle al proveedor y no quedar con deudas”.
Ayer a las 12:00 del día, el puesto de la señora Katiuska Lugo todavía lucía variedad de mercancía, ella manifiesta que un año atrás, el fin de semana previo al Día de los Difuntos, terminaba sus ventas temprano porque se agotaban las flores, esta temporada extenderá su horario laboral para alcanzar suplir la inversión que hizo.
El Parque Cementerio Metropolitano lució movilización como cualquier otro domingo, algunos familiares limpiaban las parcelas y encomendaban podar los alrededores. Concepción Lucena estaba con sus hijos y nietos que con frecuencia visitan el camposanto para recordar a sus parientes difuntos. Comenta que cada semana las flores están más caras, el domingo pasado compró tres ramos sencillos por Bs. 900 y ayer los compró en Bs. 1.400.
Municipales solitarios
En el cementerio municipal en Santa Elena, el panorama es otro. Aunque la Alcaldía de Iribarren actualmente realiza labores de mantenimiento por acercarse el Día de los Difuntos, los familiares no acuden al camposanto.
Ángel Castillo, es uno de los pocos que este domingo limpiaba la tumba de sus padres y hermano, dice que aunque el ambiente no es muy agradable no se puede descuidar a la familia.
Se queja porque dentro del cementerio hay un estancamiento de aguas servidas que provienen de las casas de Santa Elena y están afectando las parcelas. Aunado a este problema, la inseguridad en el camposanto y el ambiente de descuido, han terminado por ahuyentar a los visitantes.