Existen mujeres que no pueden tener hijos y otras que no los quieren. Entre septiembre y octubre, cuatro madres barquisimetanas decidieron entregar a sus hijos a desconocidos por no poder hacerse cargo de ellos.
Las razones que tuvieron estas madres para elegir un “mejor futuro” para sus descendientes están directamente relacionadas a su situación económica, ninguna de ellas tenía ingresos fijos para cubrir la manutención y además los bebés provenían de un hogar inestable.
Una de ellas, de 23 años de edad, cuyo nombre se reserva por asuntos legales, tuvo a un bebé en el Hospital Central Antonio María Pineda, un niño de piel morena y completamente sano.
La mujer ya tenía otros cuatro hijos y alguien cercano le comentó que conocía a una pareja que no podía concebir y que estaría interesada en adoptarlo.
A los tres días de nacido, la mamá le entregó el bebé a esa pareja en un centro comercial de la ciudad. No hubo dinero de por medio, fue la simple -o difícil- decisión de regalarlo.
Cuando el bebé tenía una semana de nacido, los “padres sustitutos” quisieron presentarlo con sus apellidos, buscaron ayuda en el Consejo Municipal de Derechos del Niño, Niña y Adolescente (Cmdnnai), y entendieron que pese a la ansiedad por criar a un hijo, ese no es el procedimiento correcto.
El bebé fue asumido por el Municipio y el Consejo le otorgó una medida de abrigo en una casa hogar por 30 días, tiempo en que se hacen las diligencias para contactar a la familia de sangre.
Esta historia concluyó en el arrepentimiento de la madre y la solicitud de protección de la abuela. Luego de las evaluaciones psicológicas y trámites legales, el niño fue devuelto a su mamá biológica.
En otro de los casos registrados, una niña de dos años llevaba dos meses viviendo con una familia sustituta, antes de que éstos acudieran a notificar que se las habían regalado y la querían adoptar legalmente.
Dos casos de la misma naturaleza fueron registrados en el Cmdnnai.
“En todos los casos tuvimos que remover al niño de esa familia sustituta, porque tenemos que hacer un procedimiento administrativo y comprobar que no lo robaron o que no hubo un negocio de por medio”, manifiesta la abogada Francys Pérez, directora del Consejo.
Pérez aconseja a quienes quieren adoptar que sigan los pasos legales que establece el Instituto Autónomo Consejo Nacional de Derechos del Niño, Niña y Adolescentes (IDENA).
“La lista es larga y el proceso engorroso, pero necesario para garantizar el bienestar del niño”.
Igualmente invita a las mamás que decidieron no hacerse cargo de sus hijos, a entregarlo formalmente en la oficina estadal de adopciones adscrita al IDENA.
El lado de los inocentes
No buscan culpables y contrario a lo que se piensa, los niños que han sufrido abandono familiar y están en las casas abrigos, lucen risueños.
“Aunque a veces vienen atravesando situaciones muy delicadas y los choques emocionales son muy fuertes, mantienen su inocencia, no son depresivos, les gusta jugar mucho como a cualquier otro niño”, dice la hermana Adriana Gutiérrez, Misionera de Cristo Jesús.
Ella y otras dos compañeras ofrecen sus servicios en la Fundación Ayuda al Niño Desamparado, conocida como casa Don Aurelio, que funciona en Valle Lindo, parroquia El Cují, Barquisimeto.
La iniciativa nació en julio de este año, por una pareja con una hija adoptada, que asegura ha recibido muchas bendiciones luego de su acto de amor.
Actualmente abrigan a seis niños y les ofrecen servicios de cuidado, atención médica, alimentación, educación y recreación. En la casa Don Aurelio tienen toda una rutina: hora de levantarse, baño diario, desayuno, oración, actividades educativas y recreativas, almuerzo, siesta, merienda, atención individual, cena y hora de dormir.
Cuando el equipo de EL IMPULSO visitó la casa abrigo eran las 10:00 de la mañana. A las niñas les hacían peinados en sus cabellos mientras que los niños jugaban con legos, y la más pequeña de la casa, de un año de nacida y quien sufre de un problema en el corazón, no paraba de reír mientras estaba sentada en su coche. Es un espacio grande y con áreas verdes, cada uno tiene un corral y muchos juguetes.
“Pero lo más importante de todo es el amor que les damos”, dice la hermana ,Adriana.
En la casa abrigo no conocen de castigos, pero si un niño se comporta incorrectamente, hay una “silla de reflexión” en donde deben permanecer por unos minutos para que comprendan que han hecho mal.
“Lo hemos usado con niños que tienen actitudes agresivas, que quieren morder a otros, muchas veces esto pasa porque es la manera que conocen de tratar a los demás, pero aquí los cargamos, abrazamos y les damos cariño”.
Normalmente su paso por la casa abrigo es corto, dicen las hermanas que les ha afectado emocionalmente cuando tienen que entregar a un niño, “nos enamoramos de ellos y nos duele cuando se van, pero estamos felices porque hicimos lo que pudimos y confiamos en que les depara un futuro mejor”.
No es fácil para los que dicen adiós, tampoco para los niños que se quedan y se preguntan cuándo vendrán mamá y papá por ellos, pero en esta casa “el recurso del amor nunca se agotará”
Sobre la adopción
-En varios países existe la figura de adopción simple y adopción plena, en Venezuela sólo puede ser plena, quiere decir que es irrevocable y que el adoptado pasa a ser hijo y el adoptante, el padre, y extingue el parentesco con la familia de origen.
-Sólo pueden ser adoptados o adoptadas quienes tengan menos de dieciocho años para el momento de la solicitud.
-Sólo pueden adoptar las personas mayores de 25 años, esposos, concubinos y de manera individual.
-La parte interesada en adopción debe someterse a evaluaciones socioeconómicas, psicológicas y elaborar una carta donde especifique los motivos por los que quiere adoptar.
-En Venezuela son poco frecuentes las adopciones abiertas, lo más común son los abandonos.
-Seis meses es el tiempo mínimo que el solicitante debe esperar por una adopción.
-La entrega informal de un menor podría acarrear multas de entre 60 y 120 Unidades Tributarias (UT).
-En el caso de que haya dinero de por medio, podría existir una pena de hasta seis años de cárcel.
-La oficina del Consejo Municipal del de Protección del Niño Niña y Adolescente está ubicada en la avenida Venezuela con calle 22.