El presidente de Copei, Roberto Enríquez, reiteró los términos expresados por 15 partidos miembros de la Mesa Democrática, sobre la necesidad de exigir condiciones apremiantes al gobierno nacional como requisito para sentarse en una mesa de diálogo.
Recordó que en 2014 cuando la oposición se sentó con Maduro, éste “se burló del Papa y del pueblo”.
“Ayer suscribimos con mucha responsabilidad con Venezuela junto a 15 organizaciones políticas un documento que consideramos necesario para definir o redefinir las coordenadas fundamentales para que se pueda iniciar un proceso de diálogo eficaz y sincero; es decir, que dé verdaderos resultados para reestablecer el orden constitucional y permitir la consulta al pueblo venezolano este 2016 como lo permite la Constitución en su artículo 74 con el referendo revocatorio”, expresó Enríquez.
Las declaraciones ocurren el mismo día en que debía establecerse el encuentro en el que estarían el enviado del Vaticano y los expresidentes Zapatero, Samper y Torrijos como mediadores, sin embargo hasta avanzada la tarde la MUD no había definido si asistiría ni bajo qué posición.
Extraoficialmente, de los cuatro partidos más fuertes de la coalición habría diferencias sobre la actitud a tomar, habiendo discutido la propuesta planteada por, entre otros factores, Leopoldo López, María Corina Machado, Antonio Ledezma y Copei, de enviar al secretario general sólo con la lista de exigencias.
En este panorama, Enríquez instó a todos los elementos de la oposición a estar unidos.
Todas las expresiones «deben ser consideradas para evitar un nuevo descalabro. Tenemos que estar más unidos que nunca, esa Unidad pasa por escuchar al pueblo y escucharnos entre nosotros mismos”.
Finalmente, expresó que desde la tolda verde esperan que el encuentro de diálogo que se celebrará entre Gobierno y oposición, Maduro «dé señales concretas de que la Constitución va a restablecerse; de lo contrario la lucha popular, pacífica pero firme, debe continuar hasta lograrlo», puntualizó.
“Aquí no puede haber ni afán de protagonismo ni mezquindades, mucho menos sectarismo. El Gobierno tiene que contarse para que sea el pueblo el que decida», agregó.