En la perspectiva de resolución pacífica de conflictos, el concepto de diálogo no es el mismo que se utiliza para el intercambio de ideas en forma alterna, explica la doctora Nelly Cuenca de Ramírez, profesional de Derecho, docente universitaria y experta en esa materia, entrevistada por EL IMPULSO.
Las características fundamentales son: primero, la buena fe de las partes; segundo, la disposición para comprender al otro.
“Cuando yo me siento contigo es porque me precede una voluntad para poder comprender y hacer el mejor esfuerzo para satisfacer, en la mayor medida posible, las necesidades que tú planteas”, dice. “Eso es diálogo. No es que me sienta a hablar contigo. Tiene que haber la predisposición para comprender”.
-¿Qué está pasando ahora?
-El presidente Nicolás Maduro está convocando a un diálogo; pero, cuando él habla insulta a las personas a quienes está invitando a dialogar. Y si la oposición hace lo mismo, no hay buena disposición. Hay que hacer el esfuerzo de ir a comprender al otro. Este sentimiento no está anidado en el corazón de las partes.
-¿Cree en la disposición de Diosdado Cabello, quien ha pedido la disolución de la Asamblea Nacional de la cual es integrante?
-Las exteriorizaciones del diputado Cabello son las menos parecidas a lo que hemos dicho del diálogo. Lo que hace es crear condiciones desfavorables e intimidantes.
-¿Y Jorge Rodríguez?
-Igualito. Es una lástima porque Rodríguez, siendo siquiatra, ha podido utilizar todas las competencias que la disciplina desarrolla en esta especialidad de la ciencia médica, para comprender al ser humano. Si hay personas que están dotadas profesionalmente para comprender las necesidades del otro son los siquiatras.
-¿Cuál es su opinión acerca del ministro de la Defensa, Vladimir Padrino López, quien en una alocución ataca a la Asamblea Nacional y termina con una arenga de “Chávez vive”?
-Es muy triste la posición de Padrino López, porque el ministro de la Defensa tiene que preservar la paz pública sin hacer uso de medios letales. Y un medio letal es el que está usando. Porque cuando él toma partido por el PSUV y el presidente Maduro, está cerrando las posibilidades con el otro sector.
-¿Cómo ve la actitud de Nicolás Maduro, quien en el Vaticano le pide al Papa que le bendiga con la señal de la cruz en su frente y cuando regresa al país se muestra contento de que haya sido asaltada la Asamblea Nacional?
-Creo que ellos -dice refiriéndose al Presidente y su partido- coordinan algunas cosas, como por ejemplo las sentencias de los tribunales penales. Eso se vio y fue una muestra de conveniencia entre el CNE, los tribunales penales y el PSUV. Dificulto que haya una creencia distinta de esa percepción generalizada, porque no es casual y todas salgan el mismo día, que todos dicten la misma medida y que esté dirigida a suspender el referendo revocatorio. De acuerdo con el artículo 227 de la Constitución, los tribunales penales no tienen competencia en materia electoral por cuanto ésta corresponde a la Sala Electoral del TSJ. Pero, además, si ellos están enjuiciando la conducta criminal de alguna persona, no tienen por qué afectar el derecho a la participación política y el derecho de votar en el referendo revocatorio del resto de la población. Pero a quienes más están perjudicando es al Gobierno.
-¿Por qué?
-Porque los signos que están exteriorizando son que no se está haciendo nada para favorecer la convivencia pacífica en democracia. La gente que se siente bloqueada, al ser impedidos los cauces jurídicos que nuestra Constitución establece y que por las conductas antijurídicas de esos jueces penales, ahora no puede ejercer ese derecho, pues va a buscar vías. Al Gobierno, más que a ninguno, le interesa que haya cauces confiables y seguros para que la gente exprese su inconformidad. De lo contrario, eso es como un río desbordado que se puede llevar a su paso todo lo que encuentre por delante.
-¿No cree que el Gobierno se radicalizó mucho más a partir del 6 de diciembre cuando ganó la oposición y se comenzó a desconocer la Asamblea Nacional?
-Ese es el problema. La Asamblea Nacional es la representación del pueblo. Tres cuartas partes de los electores se inclinaron favorablemente hacia la oposición. Tengo 38 años de haber egresado de la UCV como abogada y jamás había observado una situación tan lastimosa como el papelazo que está haciendo el Tribunal Supremo de Justicia, del cual me siento avergonzada. La percepción que ahora mismo hay del Poder Judicial y de la Fuerza Armada es la peor que han tenido en toda la historia
-¿No es un contrasentido hablar de paz y tener grupos armados como los colectivos?
-Cuando no hay coherencia en lo que se dice y lo que se hace, se pierde credibilidad y confianza. Todo el mundo sabe que el Gobierno tiene grupos paramilitares y parapoliciales que intimidan las manifestaciones públicas. Acorralan a la disidencia y utilizan el Poder Judicial para meter miedo.
-¿Cómo se explica que el Gobierno de Venezuela intervenga para que haya un diálogo entre Santos y las FARC y aquí no se entienda con la oposición?
-Incongruencia. Las FARC han asesinado, secuestrado, narcotraficado, entre otros delitos de lesa humanidad que ha cometido durante más de medio siglo. Me parece importante ese apoyo, pero se está repitiendo la célebre observación de ver la paja en el ojo ajeno y no la cabilla en el propio. El Gobierno está aferrado a la chequera de PDVSA.
-Sin embargo, desde hace cierto tiempo ha caído el precio del petróleo.
-Pero, mantiene el poder.
-¿No resulta preocupante que el Gobierno guarde silencio ante señalamiento de que existen carteles de drogas, en los que presuntamente están involucrados militares y personeros vinculados al partido oficialista?
-Yo creo que sí, porque hay mucho dinero en el exterior y no ha habido interés por parte del Gobierno de repatriarlo, ni siquiera cuando se planteó el asunto en la Asamblea Nacional. Hay mucha gente en el Gobierno que no sabe justificar cómo vive tan bien cuando percibe un sueldo de funcionario público.
-¿Se le está haciendo un juicio al Presidente en la Asamblea Nacional?
-El juicio político lo pueden hacer todos los ciudadanos cuando votan. Yo tengo el derecho a expresar mi percepción acerca del desempeño de cualquier funcionario. Eso no apareja necesariamente la destitución, porque no está previsto el juicio político en la Constitución. Pero, de todas maneras es bueno que se discuta la conducta del Presidente de la República en la Asamblea Nacional y acuda a exponer lo que tenga que decir en relación con su caso.
-Sin embargo, ya se habla de que el pueblo irá a Miraflores la próxima semana. ¿No cree que sea peligroso?
-No creo que sea peligroso. Y ¡ojalá! hubiese la posibilidad de que las partes entiendan que el daño será peor si no hay el verdadero deseo y la verdadera fe de comprender y reunirse con el otro y de que en este país cabemos todos. Mientras el Gobierno bloquea la oposición, esta va a preservar el ejercicio de sus derechos. Eso no lo va a parar nadie. No necesitamos que haya muertes para después dialogar.
-¿Ha cambiado la situación en el Gobierno de Chávez y Maduro?
-En una anterior ocasión cuando Maduro y José Vicente Rangel formaron parte de la comisión mediadora, Chávez era quien tenía voz decisoria. Ahora en el Gobierno no hay dirección clara. Existe una dirección compartida donde cada quien está haciendo lo que le conviene. Maduro viene siendo como un peón en el tablero de ese ajedrez. Si alguien le conviene y le resuelve el problema con Maduro es al mismo Gobierno y al PSUV.
Imaginemos que llegue el 2018 con este Gobierno que tiene en este momento la peor crisis política, económica y social de toda la historia del país. ¿Qué argumentación tendrá el PSUV para decir que va a postular nuevamente a Maduro a sabiendas que tal como lo está demostrando las encuestas en este momento lo ubican con un rechazo del 80 por ciento?
Incluso, dentro de su partido han salido personas que han tenido grandes cargos de responsabilidad y están a favor del referendo revocatorio al mandato presidencial. En este momento, la oposición, evidentemente, al plantear la necesidad de llevar a cabo la consulta sobre la gestión del actual Presidente le está haciendo un favor extraordinario, trascendente y el más importante al PSUV, al quitarle de encima ese enorme peso que significa Maduro en Miraflores. Se le está dando la oportunidad a otra gente que tenga mayores competencias para gerenciar el país. Es por eso que yo estoy apoyando la realización de una Asamblea Constituyente. Porque el problema no es sólo Maduro, sino del sistema que no funciona.
-¿Cuáles son las ventajas de una Constituyente?
-Apuntala hacia el cambio del sistema que tenemos y cambia esta Constitución que no hace sino concentrar demasiado presidencialismo. Podemos regular mejor las funciones del Poder Electoral y establecerle límites al Tribunal Supremo de Justicia, así como también apuntalar los derechos de la ciudadanía. De esa forma no podrán ocurrir los disparates que se han venido produciendo hasta ahora.
-¿Y ese no es un proceso lento?
-Igualito. Vamos a tener los mismos tropiezos, los mismos obstáculos que ha tenido el Referendo. Pero, apenas se requiere del 15 por ciento de los electores. Con el referendo revocatorio el Gobierno ha demostrado el terror que le producen unas elecciones regionales y las próximas presidenciales porque sabe que las tiene perdidas.
