Un mes duró el conflicto en la Penitenciaría General de Venezuela (PGV), ubicada en Guárico, donde al menos 5.000 privados de libertad estaban dentro del penal y se rehusaban a que fuese tomado por el Ministerio de Asuntos Penitenciarios.
El desalojo ya estaba anunciado, fuertes tiroteos se vivían a diario dentro del penal, versiones como el enfrentamiento entre pranes o de los mismos con funcionarios de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) circulaban.
Videos por parte del pran en donde mostraba a reos enfermos y visitantes dentro del centro penitenciario circularon en redes. La comunicación para ellos fue cortada y posteriormente el paso de comida. Las instalaciones de la PGV estuvieron resguardadas por castrenses una vez que inició el conflicto.
Con el pasar de los días los mismos presos saltaban las paredes y cercas para escapar de la cárcel, sabían que la intervención era inminente y no querían terminar muertos. Al menos 2.500 hicieron lo mismo y fueron recibidos en el penal 26 de Julio adyacente a la PGV por guardias y personal del Ministerio.
De inmediato eran identificados, reseñados, ubicaban su expediente, porque según la titular del Ministerio serán reubicados en sus penales de origen.
A Lara comenzaron a trasladar algunos internos de la PGV, han vuelto graneados, un autobús y por semana, este viernes llegaron varios autobuses con la mayor cantidad de internos: traía al menos 400, los mismo fueron distribuidos entre la Comunidad Penitenciaria de Fénix y el Centro Penitenciario David Viloria, mejor conocido como Uribana.
Se estima que entre 600 a 650 provenientes de Guárico estén en Lara, aseguran fuentes cercanas a los penales y no se descarta que traigan otros reos porque ya fue desalojada en su totalidad la PGV.
Algunos de los reos de Fénix ya han logrado comunicarse con sus familiares para dar información donde están.