Perú llamó el sábado a la Cumbre Iberoamericana a prestar atención a Venezuela, al considerar que está agobiada por una crisis económica y de derechos políticos y humanos, en el marco de una cita sin la presencia del mandatario Nicolás Maduro.
«Es muy difícil tener una reunión como ésta sin hablar de esos temas», manifestó el presidente peruano Pedro Kuczynski en la sesión inaugural de la 25ta versión de la cumbre, en la que Venezuela está representada por la canciller Delcy Rodríguez.
Rodríguez finalmente sustituyó a Maduro, después de que se había reportado extraoficialmente en Cartagena de que el líder socialista había cambiado de opinión y llegaría a enfrentar los cuestionamientos como los de su colega peruano.
La cumbre se convocó para hablar del desempleo que afecta a los jóvenes iberoamericanos e impulsar medidas para remediarlo, ante lo cual Kuczynski señaló que abordar ese asunto es importante y suena «bonito».
Pero enseguida, señaló que la gente va a preguntar si la comunidad realmente se está ocupando de una crisis «candente» como la venezolana.
Agregó que no tiene ningún afán ideológico aunque seguramente al gobierno de Caracas no le va a gustar ese tipo de comentarios como el del mandatario peruano que antes de llegar a Cartagena manifestó que Venezuela debía ser suspendida de la Organización de Estados Americanos, OEA, e impulsar una ofensiva diplomática ante una «potencial crisis humanitaria» en esa nación.
«Sí hay afán de que progresen y no retrocedan», subrayó el gobernante peruano.
La más reciente escalada de la crisis venezolana se generó esta semana con masivas protestas opositoras en las calles después de que las autoridades electorales bloquearon la recolecta de firmas para reactivar un referendo que sacase a Maduro del poder.
El mandatario venezolano, al que el Congreso dominado por la oposición le ha abierto un juicio político supuestamente por quebrantar la institucionalidad, se disponía a entablar el domingo un diálogo con la oposición, auspiciado por el Vaticano.
Antes, Kuczynski –el único que encaró frontal el tema venezolano en la jornada de la mañana– ensalzó los esfuerzos que realiza el gobierno del presidente Juan Manuel Santos para rescatar el acuerdo de paz firmado con las FARC luego de que fue rechazado estrechamente en un plebiscito días después.
Santos, al abrir la sesión, dijo a sus colegas iberoamericanos: «la paz será una realidad».
«No vamos a defraudarlos», manifestó Santos, en alusión a que cristalizará un nuevo acuerdo con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) que ponga fin a un conflicto de medio siglo que dejó 222.000 muertos y casi ocho millones de desplazados.
«No ha dejado de ser la cumbre de la paz», destacó el flamante Nobel de la Paz ante una decena de colegas iberoamericanos y la ausencia de varios líderes como Maduro y algunos de sus estrechos aliados en la región. El acuerdo de paz «es y seguirá siendo la base de una transformación sin precedentes», añadió.
Refirió que el sábado su gobierno se volvía a reunir con los promotores del «No» al referendo, entre ellos el ex presidente Alvaro Uribe, para seguir en la búsqueda de un consenso que rescate el pacto firmado hace un mes, precisamente en esta ciudad colonial del Caribe colombiano.