El viaje “relámpago” de Nicolás Maduro por países del Medio Oriente pretende hacer ver que Venezuela es todavía un factor de peso dentro de la Opep y la industria petrolera mundial.
Por décadas Venezuela se mantuvo como uno de los principales países productores de petróleo y contaba con influencia decisiva en el mercado estadounidense. Esa influencia se mantuvo por años gracias a la internacionalización y la apertura de la industria en las décadas de los ochenta y noventa, estrategia destinada a situar a Pdvsa entre las empresas líder del negocio.
El golpe de gracia se lo dieron las presidencias de Alí Rodríguez Araque y Rafael Ramírez. Entre ambos convirtieron la estatal venezolana en una caja negra apartada del negocio petrolero, incapaz de autofinanciarse y sin posibilidades de liberarse de la malsana influencia política que destruyó la meritocracia y la gerencia por programas. Algún día no muy lejano esta canalla socialista deberá responder por sus fechorías
Nuestros costos operativos promedio se han incrementado significativamente hasta unos $10 por barril comparable con Argelia y Nigeria mientras que los costos de capital para producir un barril de crudo adicional han alcanzado los $14 por barril casi tres veces los costos de Arabia Saudita y Kuwait y dos veces y media los de Irak e Irán.
Hoy producimos 2.3 millones de barriles diarios y exportamos cerca de 300.000 b/d a Cuba y Petrocaribe con pérdidas irrecuperables y a China unos 600.000 b/d para cancelarle créditos otorgados por el equivalente a $50.000 millones.
Además Pdvsaenfrenta una deudasuperior a los $40.000 millones pagando altísimos intereses. Situación que la coloca ente la posibilidad de incumplimiento de pagos por la caída de su flujo de caja.
El gobierno de Maduro insiste en ser un portavoz válido debido al nivel de reservas en la Faja Petrolífera del Orinoco. Pero ello es una quimera puesto que ni Pdvsani sus socios están en capacidad de financiar las inversiones requeridas. Al final de cuentas el viaje quedará como cuento farandulero mientras Pdvsase hunde en la peor crisis de su historia.
Juan Antonio Muller
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