Todo el país debe cerrar filas en torno al absoluto e irrestricto cumplimiento de la Constitución y de las libertades individuales, sociales y políticas en ella establecidas. Las instituciones y los órganos del Poder Público deben estar al servicio del ciudadano, y garantizarles a ellos el ejercicio pleno de los derechos constitucionales en el orden individual, político, social y económico.
Así lo advierte la Confederación de Industriales de Venezuela, Conindustria, al dirigirse a través de un comunicado institucional, a todo el país con la finalidad de expresar su opinión sobre el llamado a una jornada de protesta consistente en un paro cívico nacional por doce horas convocada para este viernes 28 de octubre.
El sector manufacturero señala que Venezuela atraviesa la crisis económica más grave de su historia contemporánea. La extraordinaria inflación generada por el errado manejo de la política monetaria; el cierre de empresas producto de una política de Estado que durante años estimuló la importación de bienes terminados en desmedro de la manufactura local; la política errada de expropiaciones y una política de control de precios que ha estrangulado la viabilidad de las empresas; la disminución de la producción como consecuencia de la falta de materias primas locales e importadas, a su vez producto de un control de cambios que imposibilita el pago de las deudas que los empresarios tienen con sus proveedores internacionales, y que ahora restringe el comercio internacional al mantener una práctica desconocida en el manejo de las divisas que pertenecen a todos los venezolanos, son algunas de las razones por las que Venezuela ha visto decrecer su capacidad productiva.
Advierte que sostener las nóminas de trabajadores, con unos volúmenes de producción que disminuyen constantemente y con crecientes dificultades para reponer los inventarios, hace muy difícil el sostenimiento de las empresas y, en consecuencia, su objetivo de producir bienes.