En la avenida Francisco de Miranda de Carora, una de las principales arterias viales de la capital del municipio Torres, desde el año pasado comenzaron a multiplicarse los vendedores informales de verduras y frutas hasta el punto de que actualmente la vía luce como un mercado popular, pese a ser un espacio destinado solo para el paso peatonal y de vehículos.
Comenzaron a establecerse unos tres puestos con ofertas similares a la de las ferias de hortalizas, pero al cabo de unos meses se incrementó la cantidad hasta ocupar una cuadra completa de la avenida, justo en el espacio donde se encuentra la escuela Ramón Pompilio Oropeza, a cuyos estudiantes se les obstaculiza la entrada a la institución.
En la calle José Luis Andrade con avenida Francisco de Miranda, en la esquina del semáforo, otra media cuadra está copada de buhoneros, quienes pernoctan dentro de los tarantines.
Su permanencia en ese tramo le resta una porción considerable al canal derecho y, en consecuencia, entorpece la fluidez del tráfico.
Este mes, la alcaldía inició mesas de trabajo con los trabajadores para reubicarlos. Se ha planteado construir otro mercado municipal o trasladar los puestos a las calles transversales, lo cual ya comenzó a hacerse sin autorización, como sucede en la José Luis Andrade.