Bordeada de verde prosigue su historia de pueblo noble. Duaca tiene la impronta de su olor a eternidad. Recuerdos de sus polvorientas calles llenas de vida errante; historias dibujadas en rostros curtidos por el sacrificio. Seres empujados por las ganas de construir con sus manos un destino mejor. En aquellas manos la tierra entregó el tesoro de sus entrañas, las cosechas colocadas como en un inmenso desfiladero de vida, con ojos abiertos al cielo infinito. Los hombres alzaban los regalos del surco, tantos frutos de que faltaban hombros para llevar tantas muestras del trabajo campesino. Ese panorama hizo del pueblo una referencia para la vida. Como si extrajéramos aliento de nuestras raíces antiguas, descubrimos que la historia viva podría ser contada con la brillantez que emana de la fecundidad de un talento como el de Reinaldo Rojas. Desde hace veinticuatro años es el cronista oficial de Duaca, siguiendo una tradición de brillantísimos maestros que le dieron a la ciudad un resplandor a su tradición histórica. Su viaje iniciado en el colegio Padre Díaz tuvo un debut estelar con la creación en 1973 de la Casa de la Cultura de El Eneal, un epicentro fervoroso en donde el conocimiento se sembró en definitiva en aquellos lares. El Eneal con su tradición artística y con el embrión popular colocado en el alma ancestral, hizo posible que el sueño de poseer un lugar para el encuentro germinara gracias al esfuerzo de personas como nuestro cronista, hoy la casa de la cultura de El Eneal es un modelo a seguir en el estado Lara, poseyendo una amplia biblioteca con colecciones únicas en la región; una encomiable labor que se acrecenta con el tiempo. Como cronista de Duaca el doctor Reinaldo Rojas busca en el Archivo de Indias en Sevilla la verdadera fecha fundacion al de la ciudad. Siempre se sostuvo que habíamos sido fundamos en 1671 por el capuchino Fray Miguel de La Madrid, este salió de El Tocuyo dos años antes para retomar la senda de pueblos antiguos que habían sido poblados doctrinaria y políticamente por el imperio español décadas atrás. La titánica labor de Reinaldo Rojas alcanza sus frutos al encontrar pruebas concluyentes de la fecha real. Entre sesenta mil organizados legajos, con noventa millones de páginas de historias de indias; logró obtener pruebas irrefutables de nuestra impronta en el nuevo mundo. La Casa Lonja de Mercaderes de Sevilla, que desde 1558 sirve de asiento al archivo por órdenes de Felipe II y bajo la administración de Juan de Mijares, develó el misterio del verdadero origen duaqueño. Es decir que en el palacio andaluz, siempre estuvo reseñaba la historia de Duaca. La verdadera fecha no riñe con el antiguo tricentenario que nos legó obras fundamentales, con el encomio de brillantes venezolanos como: el profesor Daniel Segura Jiménez, Rafael Arévalo, Monseñor Alejandro Zaini, profesor Carlos Vicci Oberto, Oscar Tirado, Ángel Maria Núñez y la doctora Nancy Rodriguez. Su extraordinaria labor nos llenó de progreso y grandeza. Ambas fecha se integran en el propósito de construir una ciudad con futuro. Duaca será la única ciudad de mundo que celebra tricentenario y sus cuatro siglos sin tener que esperar cien años de diferencia. Esa proeza lo consiguió la investigación de Reinaldo Rojas. Ambas fechas son alfa y omega con el brillo de un duaqueño excepcional: el maestro Daniel Segura Jiménez, patrimonio viviente de nuestro Municipio Crespo. El complemento de las fechas nos sirve de impulso para alcanzar el cenit de la oportunidad.
Son veinticuatro años fecundos de Reinaldo Rojas como cronista de Duaca. Entre sus reconocimientos científicos, cabe destacar, el Premio Nacional de Historia, otorgado por la Academia Nacional de la Historia, Caracas (1992), por su libro El Régimen de la Encomienda en Barquisimeto colonial; el Premio Continental de Historia Colonial de América “Silvio Zavala”, otorgado por el Instituto Panamericano de Geografía e Historia, México (1995), por su libro Historia Social de la “región Barquisimeto” en el tiempo histórico colonial. En 2004, la Universidad Pedagógica Experimental Libertador le otorga el Premio a la Labor Investigativa. Otra de sus grandes aportes fue impulsar la creación del Ateneo de Duaca que lleva el nombre del gran periodista venezolano Kotepa Delgado, este es un espacio que ha llenado un vacío en la población; su labor es reconocida por todos. Dignos es reconocer el trabajo desarrollado por la profesora Gloria Peña de González, ingeniero Jesús Dugarte, escritor Alexis González, profesor Williams Moreno, Carlos Hernández, entre otros.
Ahora vamos todos a conmemorar el cuatricentenario. En el año 2020 Duaca entrará en la élite de las ciudades americanas. Su historia viajó en barcos como señal de una realidad cultural insoslayable, llegó a Sevilla para dormir entre millones de otras historias; antes que la acuciosidad de Reinaldo Rojas, la descubriera en las cercanías del estuario de Guadalvivir.
