Tras la suspensión de la fase de recolección del 20 por ciento de las voluntades del padrón electoral nacional para la solicitud de activación de referendo revocatorio sobre el ejercicio del presidente de la República, Nicolás Maduro, las consecuencias para Venezuela podrían ser no sólo sobre la paz social y las relaciones políticas internas, sino también de alcance internacional.
Más de una docena de representantes de otros países e instituciones internacionales se han pronunciado al respecto. Entre los primero el secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, y el exjefe de gobierno español, José María Aznar. Los ojos del mundo están puestos sobre el desenvolvimiento democrático de Venezuela.
Al respecto, Julio Portillo, exembajador e internacionalista, indicó que ante la mirada internacional el gobierno venezolano habría perdido todo grado de legitimidad, ya que su actual desenvolvimiento sería contrario a la ley y la voluntad de la ciudadanía.
Expresó que la opinión internacional, podría declarar al gobierno venezolano como “forajido”, en la medida en que su actuar se evalúe como fuera de la ley.
En este sentido, Portillo recordó que según encuestadoras nacionales, los niveles de aceptación del Presidente sería del 15%, por lo cual un proceso de consulta popular tendría un efecto “derrotador” para el gobierno. Por tanto, el proceder de poderes públicos como el judicial y electoral, sería en contra el ciudadano; tal es un análisis que también realiza la comunidad internacional.
-Las bases democráticas son la separación de los poderes. Cuando estos están en manos de una persona, deja de serlo y se convierte en dictadura, más aún si hay presos políticos, exiliados y prácticas de tortura.
En tal sentido, sostuvo que el pronunciamiento de la OEA sería de gran respaldo para Venezuela. Las manifestaciones de la Unión Europea, Organización de Naciones Unidas (ONU) y Vaticano, también serán de vital importación.
Recordó que el gobierno venezolano ha sido descalificado por representantes diplomáticos y gubernamentales de otros países, artistas, premios Nobel y otros.
Ruptura diplomática
Otra de las consecuencias sobre el Estado venezolano, podría ser la ruptura colectiva de las relaciones diplomáticas, es decir, el retiro de embajadores y consulados de Venezuela, lo que obstaculizaría las negociaciones y otras tramitaciones internacionales.
Recordó que desde hace varios meses los gobiernos de otros países, a través de sus oficinas de asesoría, recomiendan a sus ciudadanos no visitar ni invertir en Venezuela. también podrían retirar sus negocios.
-Ahora más que nunca es un riesgo venir al país e invertir, porque no hay legalidad. Lo político trastoca el orden económico, aspecto en el que el gobierno tampoco ha llenado los requisitos y en el cual es muy mal visto por su faceta de expropiador.
El problema de la clandestinidad
Portillo manifestó que en la medida que el gobierno cierre vías democráticas a la colectividad, ésta podría tomar caminos no deseados de desobediencias y clandestinidad, lo cual complicaría aún más las relaciones sociales y paz en el país.
-Hay experiencias de otros países donde la sociedad se organiza en grupos de resistencia y la resolución de sus diferencias se hace más compleja bajo estos términos.
Manifestó que en caso de existir un conflicto entre gobierno contra pueblo, podría ocurrir una intervención de los Cascos Azules de la ONU, tal y como ocurrió en República Dominicana en 1965.
Recordó también que tras el atentado contra el presidente constitucional venezolano Rómulo Betancourt, el 24 de julio de 1960, del cual fue autor el gobierno dictatorial de Leonidas Trujillo, también en República Dominicana hubo un rompimiento de las relaciones diplomáticas con la nación, lo que forzó la salida de este último del poder.
Expresó que el consejo de seguridad de ONU puede enviar un ultimátum al mandatario venezolano para ponerse a derecho o esperar su intervención sobre Venezuela.
Llamó a los bloques de abogados y demás organizaciones relacionadas con el ámbito legal, incluso al Foro Penal Internacional, a pronunciarse de manera masiva, ya que la situación en Venezuela puede tornarse aún más compleja.