Hace seis meses, Víctor David Grasso comenzó a tomarse en serio la música como oficio. Tres meses más tarde, estaba en un estudio, en Miami, grabando Un montón, un millón, el tema con el que se estrena como cantante. Tiene 11 años de edad y apoyado por su familia y equipo de trabajo empezó una gira de medios que esta semana se estacionó en Barquisimeto.
Con esta ruta, Víctor David comienza a demostrar la capacidad de un preadolescente para asumir compromisos como hacer presentaciones en prensa, radio y televisión en un día. Lo cumple porque se fijó como meta abrirse un espacio en la escena artística venezolana y, cuando sea oportuno, en otras fronteras.
“Quiero que la gente se sienta identificada con mis canciones y que sean un ‘boom’”, pronunció convencido.
Inició en Maracaibo, su ciudad natal. Allí y en emisoras de otras regiones ya suena el tema debut, una declaración de amor juvenil contada al ritmo del pop, género elegido por Víctor David para su despegue como artista y el boleto de su vuelo pinta un camino amplio y exitoso.
Análisis radiales del país en un par de semanas lo ubican entre los primeros 80 puestos. En breve, debutará en la lista de Record Report, el principal termómetro de hits de la industria musical venezolana. Además de recorrer varias ciudades, noviembre se le presenta como uno de los meses más importantes.
En la agenda resalta con especial entusiasmo este lapso porque se subirá a uno de los escenarios más relevantes para los artistas maracaiberos durante la Feria de la Chinita, Expozulia 2016. Lo hará en el cierre de la versión infantil del evento.
Si bien esta es la presentación de mayor relevancia pautada hasta ahora, ya tuvo una participación ante una no despreciable cantidad de público en la caminata rosa organizada por la Fundación Amigos de la Mujer con Cáncer de Mama (Famac).
Para 2017 tiene tarea adelantada. Hay un tema grabado y otros tres en proceso de creación. Por ahora, aclaró su equipo de promoción, Un montón, un millón, escrita por José Alfonso Quiñones y con la producción musical de Jorge Llanos, es el abreboca de la carrera de este jovencito zuliano.
Proyecciones claras
Aunque desde pequeño Víctor David, el menor de tres hermanos, había dado luces de su interés por la música, sus padres esperaban que lo manifestara sin presiones.
En 2013, cuando tenía 8 años, tomó un micrófono y ante los invitados de la fiesta de 15 años de su hermana Victoria interpretó Gira el mundo gira de Il Volo. Pero el muchacho de ojos achinados y sonrisa encantadora “engavetó” su talento por un tiempo.
Dos años después de aquel atrevimiento, quiso que lo evaluaran. Se inscribió en el concurso “La voz Latino” del Instituto Latino, donde estudia primer año de bachillerato. Compitió entre un grupo de 30 niños y adolescentes de cuarto grado a quinto año se secundaria y lo ganó con la misma canción de Il Volo.
Ahora, en un parpadear, junto con su madre y equipo de publicidad cumple una agenda como cualquier artista adulto y, simultáneamente, educa su voz, mejora su dicción, toma clases de inglés y cursa educación secundaria.