Escuchar la palabra gaita evoca de manera casi inmediata zulianidad, Lago de Maracaibo, tierra marabina, la Chinita y papá Dios. No obstante, como toda regla tiene su excepción, este patrimonio cultural de la nación desde el año 2014, sabor indispensable de las navidades y soundtrack final del cañonazo, no podía quedar exenta de aquello. Al contrario, queriendo o sin quererlo, esta manifestación folclórica ha sembrado hijos por doquier y Barquisimeto, capital musical de Venezuela, tierra crepuscular de cuatros, Obelisco y Divina Pastora, no se ha rezagado ante la expansión.
Un ejemplo de esto es Guajiros, una agrupación de gaitas larense, nacida por la motivación del señor Régulo Anza y continuada en la actualidad por iniciativa de su madre (Sra. Vivian Anza) y su esposa (Sra. María de Anza) que decidieron no dejar morir el legado y, tras la muerte del dueño y fundador, la entregaron al Sr. José Gutiérrez (antiguo manager) para que este le diera continuidad. Una tarea que aquel ha cumplido a cabalidad y hoy, dos años después de la desaparición física de Anza, sigue tan viva como la “grey zuliana”.
Ahora bien, por las filas de esta agrupación han pasado músicos de la talla de Héctor Peraza, Antonio Santana, Ignacio López y Rafael “Chema” Parra que protagonizaron los primeros pasos de este grupo. Luego, con el cierre de un ciclo y el pregón de uno nuevo, Guajiros decidió transformar su “tren delantero” y dejar en las voces a Brian Alvarado, Jhonny Amaya, Erwin Rodríguez Romero (que hizo su debut el año pasado) y José Gutiérrez quien espetó: “Ellos confiaban en mí y yo en ellos, así que todo estaba listo para darle continuidad al sueño de Anza (…) yo amo la música, amo la gaita por convicción, pero ante esta responsabilidad el amor, el compromiso, el comportamiento moral, la entrega y el respeto por el género se incrementó”.
A su lado, caminan también los músicos Luis Anzola, Alejandro Rodríguez, Fernando Anzola, José Nastaci, Edgar “Popó” Valera, Orlando Anzola, Jocsán Serrano, Rubén “El hueso” García y Michael Perdomo quienes, “a pesar de las dificultades y altibajos”, se han esforzado por mantener viva a la “reina del folclor”, conquistar el corazón de zulianos, larenses y venezolanos y “homenajear a los que se fueron y ya no están”.
La gaita: Inexplicable sensación
Empero, ¿qué representa este género para un grupo de larenses que vive a kilómetros del cielo marabino y que quizá podría compartir otra idiosincrasia? Pues bien, José Gutiérrez explica que para ellos la gaita lo es todo, que “la gaita es alegría, es protesta, es navidad, es amor, desamor, encuentro y desencuentro, y tantas cosas más que pueden hacer un compendio de ella. Es una herencia cultural que no conoce fronteras y que es capaz de meterse en el corazón de la gente”.
“Es un sentimiento que se mete entre tus venas –continúa- y es difícil sacártelo (…) es como un clímax del que no puedes desprenderte y que no puede ser explicado con palabras (…) es como una familia, eso es, una familia que, aun cuando cada grupo tiene su propio patriarca y este hace de su hogar su propia morada, están unidos por el mismo sentimiento”.
Una serie de premisas que certifica el amor de Guajiros por la gaita, que enarbola su apego a ella y que es la garantía de que se han convertido en una familia, que son “generación de relevo”, que se aventuran a producir, a componer y a ganar espacios en un ámbito que está fuertemente marcado por la tradición zuliana y que anhelan “el regreso de los buenos tiempos, los tiempos prósperos para el género”.
Pa´lante es pa´allá
Actualmente, esta agrupación tiene en su haber cinco producciones musicales con gaitas de su autoría, temáticas, tradicionalistas, al lado de figuras importantes del gremio como: Danelo Badel y Carlos Méndez, y en homenaje a íconos de la gaita como Astolfo Romero “El Parroquiano”.
Su más reciente tema se titula Dale que dale y es una oda a los que se quedan, a los que guardan la esperanza de un mejor país y al sentimiento que necesitamos para reconstruirnos como nación.
Por ello, según las palabras de Edgar Varela “Popó” esta experiencia -que les ha dejado grandes alegrías- tiene un solo norte y un solo camino: “Pa` lante es pa´ allá”.
Gaita del año 2015
Guajiros, en ese camino por conquistar el corazón y la memoria auditiva de los zulianos, participó en la primera edición del Premio Nacional de Gaitas Monseñor Luis Guillermo Vílchez, y conquistó el premio a la gaita del año 2015 con el tema Dale que dale. Esta experiencia, asegura Orlando Anzola, ha sido una de los momentos más importantes que han conquistado hasta ahora pues ratifica que están haciendo un trabajo de calidad, de altura y que gusta de manera trascendental a quienes les escuchan. Así mismo, Gutiérrez apuntó que han tenido la oportunidad de ser escuchados a nivel internacional, en países como España y Canadá, y que anhelan seguir proyectándose como representantes del sentir venezolano.