Ante los elementos de convicción presentados por el Ministerio Público, fue privado de libertad Yoel Antonio Yépez Alvarado (41) por presuntamente guardar relación con el abuso sexual y posterior muerte de una niña de tres años de edad, hija de su pareja Elena Coromoto Gil (21), quien también fue imputada por su vinculación con este hecho.
La víctima falleció el pasado 8 de octubre, en el Hospital Pediátrico Agustín Zubillaga en Barquisimeto del estado Lara, a causa de las agresiones sexuales y físicas a las que fue sometida.
Ante esta situación, la fiscal 20º auxiliar de esa jurisdicción, Andreina Arias, imputó al hombre por presuntamente incurrir en los delitos de homicidio calificado y abuso sexual agravado.
Igualmente, el Ministerio Público imputó a Gil por comisión por omisión de los mismos delitos.
La audiencia se llevó a cabo ante el Tribunal 4º de Lara, instancia que a solicitud del Ministerio Público, acordó la privativa de libertad contra ambas personas. Yépez permanecerá detenido en el Internado judicial David Viloria, mejor conocido como Uribana; mientras que Gil estará en la sede de la subdelegación del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc) de ese estado.
De acuerdo con la investigación, el hecho ocurrió el 6 de octubre en una vivienda ubicada en la población de Guarico, municipio Morán, donde el hombre habría agredido a la niña, razón por la que fue trasladada a un centro médico en Barquisimeto, donde falleció dos días después.
La autopsia determinó que la niña murió por traumatismo cráneo encefálico, producto de una fuerte golpiza. Por tal motivo, los médicos notificaron la situación a las autoridades correspondientes, por lo que el Ministerio Público inició la investigación.
La mujer fue detenida al día siguiente, mientras que el hombre fue capturado por Polilara el 14 de octubre en atención a una orden de aprehensión solicitada por la fiscal del caso y acordada por la referida instancia judicial. El hombre quien fue bautizado como el Monstruo de Guarico, se encontraba escondido en un rancho, en una zona montañosa.
La madre de la pequeña relató que el Monstruo de Guarico el día que cometió el abuso la mandó a comprar una masa y al salir fue que se cometió el hecho.
Confesó saber de los maltratos pues cada vez que la niña le pasaba por el frente y cuando le provocaba la golpeaba con sus puños, en una ocasión le cortó el pelo con un machete.
Los maltratos no solo eran hacia la pequeña, sino al resto de los hijos de Gil y hasta ella era víctima, aseguró no haber denunciado porque el mismo la mantenía amenazada.
El padre de la criatura aseguró desconocer sobre los maltratos, pero sus vecinos si tenían conocimiento, aunque nadie informó.