La violación y el asesinato de una adolescente argentina, un caso más de la creciente violencia de género en el país, fue la gota que colmó el vaso para que decenas de organizaciones convocaran a un paro y movilizaciones de mujeres el miércoles que se replicarán en otras naciones de América Latina.
La iniciativa es inédita en Argentina y obedece al crimen de Lucía Perez, de 16 años, quien fue drogada, violada y asesinada días atrás en el balneario bonaerense de Mar del Plata presuntamente por dos hombres que, durante la agresión, la empalaron. Según la fiscal que investigó el crimen, la víctima «fue sometida a agresión sexual inhumana, y el excesivo dolor le causó la muerte por reflejo vagal», que provocó un paro cardiorrespiratorio.
Los dos presuntos asesinos están detenidos, así como un tercer hombre que habría encubierto el crimen.
Con el lema «Miércoles Negro» el grupo «Ni Una Menos» y otras 50 organizaciones llamaron a que las mujeres se vistan de luto y alcen su voz contra la incesante violencia machista con un paro de actividades de una hora de duración y posteriores movilizaciones en Buenos Aires y decenas de ciudades de Argentina.
Protestas similares se han convocado para esta jornada en Chile, Bolivia, Paraguay, Uruguay y Guatemala.
Grupos de argentinas que se sumaron al paro se reunieron a las puertas de las sedes de empresas donde trabajan en Buenos Aires y gritaron: «íVivas nos queremos!», que es uno de los lemas de esta jornada de malestar.
Marta Montero, la madre de Lucía Pérez, dijo a la radio Vórterix que la protesta aspira a que se reduzcan los casos de agresiones como el de su hija y se preguntó: «¿Cuántas Lucías hay y no se ha hecho nada?».
Unas 275 mujeres murieron en 2015 en Argentina a causa de la violencia de género, según datos del «Observatorio de Femicidios Adriana Marisel Zambrano» de la organización no gubernamental «La Casa del Encuentro». Según activistas de «Ni Una Menos», se estima que en los últimos ocho años 2.518 hijas e hijos han quedado huérfanos.
La primera marcha organizada por «Ni Una Menos», agrupación creada por periodistas, activistas y artistas, se celebró en junio de 2015 y se replicó un año después con la exigencia de que se apruebe una reforma legislativa que proteja más a las víctimas y sus familiares y castigue con penas más severas a los agresores.