“Insistir, persistir y jamás desistir”, combinado con un estilo de vida disciplinado, alimentación balanceada y largas horas de entrenamiento físico, son las claves del éxito en la vida del barquisimetano Raúl Avendaño. Un hombre que, entregado al fisicoculturismo (bodybuilding en inglés), ha encontrado en este deporte su pasión, su motivación y su impulso para la vida.
Su trayectoria -cuenta con efusividad- es de vieja data. Desde el año 98 y hasta el 2011 fue campeón nacional de culturismo en nuestro país, y luego, desde el año 2014, cuando obtuvo las distinciones como campeón nacional B y campeón nacional A por la Federación Venezolana de Físico Culturismo (FVFC), obtuvo licencia para representar el tricolor en tierras internacionales.
Desde entonces, además de ser preparador, motivador y ejemplo a seguir para las nuevas generaciones, se ha mantenido firme en la tarea de representar y enaltecer a los venezolanos en otras latitudes, dejándola siempre en alto y otorgándole, a su lista de condecoraciones, altos niveles de calidad, competitividad y profesionalismo.
Actualmente este deportista, en cuyo cuerpo se marca y se definen las secuelas de la disciplina, los ejercicios intensos y el entrenamiento de fuerza, participó y ganó en la categorías men’sclassic y men’s fisic durante una competencia en los Estados Unidos. Allí, a diferencia de los torneos fisicoculturistas en los que había participado antes, decidió hacer algo totalmente diferente y obtuvo 4 premiaciones y un absolute.
-¿Qué diferencia hay entre las categorías que acaba de realizar y la antiguas prácticas de fisicoculturismo que ejecutaba?
-La diferencia es que el culturista sale grande (a los shows) y con un cuerpo fuera de lo normal. En cambio, en este tipo de eventos en los que acabo de participar, se sale con un cuerpo más clásico. Te explico, yo anteriormente salía con 100 kilos a competir, pero en este clásico salí con 86 kilos para poderme mostrar en men’s fisic que es una presentación tipo bermuda y donde te chequean desde la zona abdominal hasta arriba (…) y luego en men’s classic donde salí tipo bóxer o short corto y las poses no son tan fuertes.
-Ahora que ha salido de su zona de confort, que ha experimentado en otras categorías distintas ¿con cuál se siente mejor? ¿cuál le gusta más?
-Siempre había hecho fisicoculturismo, pero ahora que he probado con estas categorías puedo decir que me gusta más el clásico (…) en él, que fue en el que gané el absolute, no tengo que tener tanto tamaño, tanto volumen; y eso, además de otorgarme ciertos beneficios corporales porque no tengo que aumentar de peso en la temporada previa, también representa menos gasto de dinero.
La respuesta, prueba que este deportista, de 44 años de edad, no le teme a los riesgos ni, mucho menos, al devenir constante. Para él, este deporte lo representa todo, le ha dado grandes satisfacciones y le ha permitido ganarle a otros atletas de edades inferiores a las suyas, de gran distinción y reconocimiento a nivel mundial.
Al ser cuestionado sobre el papel que juega este deporte en el país, en medio de una sociedad principalmente aficionada por el fútbol y el béisbol, Avendaño aseguró que “a pesar de estar un poco renegados como deportistas, Venezuela es potencia iberoamericana, centroamericana y suramericana en las filas de este deporte”. Por tal razón “los venezolanos deben sentirse orgullosos de la labor que venimos haciendo”.
“Venezuela -agregó- tiene en la región iberoamericana, que es la más amplia, los mejores atletas del culturismo; de hecho, en este momento, a diferencia del 2001 o el 2004 que iba solo un atleta a las competencias, ahora van muchísimos más (…) y lo mejor es que son campeones mundiales, subcampeones o están entre el top 6”.
-Y actualmente ¿cómo se prepara un fisicoculturista en Venezuela?
-Bueno, no es fácil por la situación que estamos viviendo, pero hay que buscar la manera. Yo, por ejemplo, debo salir con frecuencia de Venezuela, siempre he necesitado irme 4 ó 5 meses a los Estados Unidos porque ahí tengo más recursos, tengo más sponsor (…) pero mi mente y mi corazón siguen en Venezuela, siempre voy y vengo porque de lo contrario no podría prepararme al mismo nivel
-¿Le han llegado propuestas para quedarse allá?
-Sí, sin duda, han sido muchas las ofertas. Pero, a pesar de todas ellas, yo siempre vuelvo a mi país y lo represento (…) ya una vez me pasó que representé a España pero no me sentía bien como venezolano, desde entonces decidí no representar otra nación que no fuese la mía (…) porque yo esto lo hago por pasión, porque me gusta y el mayor regalo que recibo es el agradecimiento de las personas.
Finalmente, este deportista habló de sus planes a futuro y aseguró que la meta a corto plazo es quedar entre los 3 mejores del mundo. Ha obtenido el puesto número 14, el 13 y el 7 en el top mundialista, pero, su meta más anhelada, es conquistar los primeros lugares.
-Luego del triunfo en los Estados Unidos ¿Qué viene ahora en la vida de Raúl Avendaño?
-Mi meta es el campeonato mundial master, ese es el siguiente paso, un mundial en mi categoría que se celebrará en República Dominicana del 9 al 11 de diciembre y después, en febrero de 2018, voy a lo que sería mi segundo míster Olimpia que es la competencia más fuerte del mundo.
-¿Qué le aconseja a las personas que deseen incursionar en este deporte y asumirlo como forma de vida?
-Bueno, lo primero es comenzar algo, dar el primer paso, buscar una persona profesional que te guíe y que te oriente. Lo importante es que lo hagas con pasión, con amor y sacrificio hasta lograrlo, siempre entendiendo que nunca es tarde, que no debemos darnos por vencidos y que los sueños se pueden lograr; mírame a mí, yo lo estoy logrando después de los 40 años y sigo aquí, firme.
“Todo es cuestión de inteligencia, de estar en los mejores sitios, en los mejores lugares y con los mejores atletas (…) ser humilde y siempre escuchar a las personas que te rodean porque de todos tenemos algo que aprender”.
“¡Ah! Y también algo importante, no inventar, no hacer prueba y error porque estás jugando con tu cuerpo”.
El día a día de Raúl
“La clave de este deporte es la disciplina. Por ello, mi día a día es levantarme muy temprano, dependiendo de la temporada hacer 30 ó 45 min. de cardio, descansar, comer proteínas (que pueden ser huevos sin amarillas, avena o plátano), luego me acuesto a dormir hasta las 10:00 am. aproximadamente, me levanto, vuelvo a comer (carbohidratos acompañados de proteína); descanso nuevamente hasta el mediodía cuando me levanto a comer carne, pollo o pescado, y así sucesivamente durante 5 comidas que son las que se requieren para mantener activo el metabolismo.
En la noche la alimentación varía porque el organismo se pone lento y debemos bajar los carbohidratos y comer en cantidades inferiores; en esta hora es que realizo la musculación y los ejercicios de pesa. En otras palabras, esto es una forma de vida constante en la que, además, no existen fiestas, ni bebidas alcohólicas, ni fumar, ni nada de esas cosas, solo entrenar, comer, dormir y respirar en mi deporte que es lo que me hace feliz”.