La historia de mi país me permite afirmar que ha tenido muchos años de gobierno militar y de gobiernos de civiles con gran influencia de los militares. Son muchos los analistas que han escrito que los militares siempre se han endosado que la República se debe a lo que ellos han hecho, y si se pasa revista a todos los himnos de los estados, con asombro se observa que en su letra hay una exaltación a héroes militares y por lo general un llamado a que las nuevas generaciones estén preparadas para el ejercicio de la violencia es decir, la guerra.
La exaltación a esa cantidad de ciudadanos civiles que participaron en la Independencia y posteriormente en el desenvolvimiento positivo del país, prácticamente brillan por su ausencia, y valdría la pena, porque no, crear un día especial para dar reconocimiento a ellos, porque antes de ser militares todo ciudadano es civil por naturaleza y no todo es guerra y si vamos a una verdad, las profesiones civiles en su mayoría son las generadoras del trabajo en general y el progreso de cualquier país.
Estas reflexiones en Positivo me vienen hoy a la mente cuando leo en un artículo que un amigo me hizo llegar en donde se han hechos comparaciones de ¿qué han hecho los gobiernos militares y los gobiernos civiles en relación a la educación en Venezuela?. En el gobierno de Guzmán Blanco se decretó la educación pública y gratuita, que no fue más allá que un saludo a la bandera, un enunciado político para llegar a 1957.
Muchachos de campos, de pueblos y ciudades, vi correr en mi tiempo a una escuelita con una maestra para atenderles y darle clases a 20 alumnos, para enseñarles a leer, escribir y las operaciones básicas de matemática para dar el reconocimiento de un tercer grado, para salir al pueblo donde había una escuela primaria que ya estaba autorizada con tres, cuatro, cinco o seis maestros y permitir dar las enseñanzas y el reconocimiento hasta sexto grado, de ahí saltar a la ciudad capital en donde funcionaban uno o dos liceos para cursar los estudios del bachillerato y una que otra Escuela Técnica Industrial y una escuela para formar a los maestros Normalistas. En la capital de la República y algunas capitales de otros estados funcionaban universidades; lo que significaba que llegar a tener un título universitario era asunto de suerte, sacrificio o haber nacido en cuna elitesca.
Es verdad que en la época de la dictadura de Marcos Pérez Jiménez se construyeron instalaciones educativas públicas de escuelas primarias en los pueblos, de liceos en ciudades y la bandera universitaria en Caracas llamada: Universidad Central de Venezuela y lo demás ¿que?; este interrogante no deja de tener respuesta para aquellos de suerte, sacrificio o haber nacido en cuna elitesca, cuando se tenía la oportunidad y la suerte de obtener calificaciones máximas en la primaria, se premiaban con becas para el bachillerato, escuelas técnicas y normalistas; y en especial para los liceos militares, que no eran sino dos en toda la República: uno en Caracas y otro en La Grita.
Ahora más que nunca el campo es la Solución, unidos todos por la Paz, la Convivencia, el Respeto y la prosperidad de nuestro país……
@JGMendozabargto