Cardenales guardó lo mejor de su producción para los tramos finales. Parado en las bases en la mayor parte de sus amenazas, el bando guaro pudo remontar 5-4 frente al Caracas, sumido en fildeos mal calculados, factor aprovechado en los últimos tres episodios. De alguna manera hubo desquite tras la paliza del pasado viernes, 18-9, en la capital.
Darren Ford pescó una recta de Mike Montgomery y aprovechó la dudas del jardinero izquierdo, Corredor, para empujar empate y victoria con bases llenas. El norteamericano no se ha visto de lo mejor en este inicio, pero ayer hizo olvidar con su tablazo ganador cuatro negativos viajes al plato.
Los Pájaros Rojos tienen un line up llamado a ofrecer mayores dividendos, pero aún varias de sus piezas no engranan por completo. Elvis Escobar se atornilla en los jardines con un tórrido bateo. Sus tres cohetes de ayer avalan la continuidad como regular.
Puede ser una buena fórmula arriba con Juniel Querecuto o Ildemaro Vargas. Aunque Jesús Sánchez fue castigado con un jonrón de dos carreras ligado por Jesús Guzmán, el relevo sigue mejorando. La llegada de Dayan Díaz tuvo efecto inmediato. Retiró par de innings sin problemas y agregó profundidad para un cuerpo de bomberos que la necesita.
Raúl Rivero hizo lo de siempre. Seis buenos capítulos y solo uno de ellos deficiente, el tercero de cuatro hits y dos carreras. Antes y después de eso recibió solo un imparable de un equipo al cual tradicionalmente enfrenta con resultados positivos.
Cardenales continúa reforzando temprano su ofensiva. Desde hoy estarán juntos Vargas y Querecuto y ya en la cueva se encuentra el veterano Héctor Giménez. No es ilusorio apuntar que el ataque larense va a reventar más temprano que tarde. Néstor Molina, de discreta actuación en su primera apertura, le dará esta noche la bienvenida a Caribes en el Antonio Herrera.