Para recordar: “Nuestros padres comieron el maná en el desierto, como está escrito: Pan del cielo les dio a comer” (Juan 6:31).
El maná se convirtió en el pan que cayó del cielo y, ¿cómo podemos dudar que tal alimento sustentaba correctamente a quien lo comía? Es porque lo hacía Dios mismo y les daba al pueblo de Israel una ración completa cada día, pero el viernes recogían doble porción, ya que el sábado no caía pan del cielo (ver Éxodo 16:23).
El maná sustituyó cualquier clase de comidas que le daban los egipcios al esclavizado pueblo de Israel.
Después de la liberación, la Biblia dice que lo comieron en el desierto por “cuarenta años”, y “era como semilla de culantro, blanco, y su sabor como de hojuelas con miel” (Éxodo 16:31, 35).
Luego de esos cuarenta años, los Israelitas junto a Josué comieron la pascua y “nunca más tuvieron maná, sino que comieron de los frutos de la tierra, de Canaán aquel año” (Josué 5:12).
Hoy no cae maná, pero lo que está por el cielo es el precio de la canasta básica mensual, calculada para 5 personas, la cual anda por el orden de los 500 mil bolívares; casi 23 salarios mínimos. Según es.wikipedia.org, dicha canasta debe contener: Leche, carne, huevos, frijoles (granos), cereales, azúcar (preferible la morena), grasas, verduras, frutas, entre otros.
El principal titular de EL IMPULSO, 08/10/16 señaló: “Harina para los clap” y se relaciona con el anuncio del presidente Nicolás Maduro para obligar a la agroindustria le “comercialice” el 50% de su producción a los Clap (Comité Locales de Abastecimiento y Producción).
Y, ¿quién dijo que los Clap han sido la vía para que los alimentos lleguen a unos 30 millones de personas en este país? Tampoco la bolsa, sin el balanceo necesario, ha sido la solución para sustentar al ser humano, como lo hacía el maná y de esta manera se está causando desnutrición y muerte a muchos compatriotas.
En diferentes medios de comunicación se menciona que más del 60% de los habitantes de Venezuela están realizando una o dos comidas diarias; como consecuencia, hay personas que han bajado mucho de peso y hasta en una cadena presidencial se mencionó que hay afectados por “la dieta de Maduro”.
La mermada bolsa política, tiende a llegar principalmente a los partidarios del gobierno y jamás será una canasta básica. Apenas le colocan de cuatro a ocho productos, y a las claras se observa que hay alguna falla de auditoría, para que dicha bolsa llegue completa, o que el alimento llegue a todos los habitantes del sector.
Aunque el maná llovía para todos, no salvó de la muerte a quien lo comió, pero muchos fenecieron espiritualmente, porque no reconocieron, o se olvidaron de Dios como el autor del maná y de la vida. En cierta ocasión, Jesús, el Hijo de Dios, habló de sí mismo como el verdadero alimento espiritual y dijo:
“Éste es el Pan que descendió del cielo; no como vuestros padres comieron el maná, y murieron; el que come de este Pan (se refería a sus palabras), vivirá eternamente” (Juan 6:58).
Muy pocos pueden comprar una canasta básica; tampoco la bolsa y, el tener alguna de las dos no evita que alguien muera, pero si necesitamos alimentarnos con el verdadero “Pan del cielo”, que es Cristo, porque en Él está la vida eterna. Y además, Dios nos ofrece que todo el que se salve, después de su Segunda venida, comerá del maná en el cielo (Apocalipsis 2:17).
