Eduardo Fernández se siente muy contento de que el Presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, sea hoy el Premio Nobel de la Paz 2016, al haber llegado a un entendimiento con las FARC para acabar con un conflicto de más de medio siglo.
“Y los venezolanos, al igual que los colombianos, como todos los pueblos del mundo, debemos rechazar la violencia y la guerra”, expresa. “Y debemos asumir el camino de la inteligencia y de la búsqueda de consensos para resolver los problemas de la gente”.
El ex candidato presidencial, entrevistado telefónicamente desde la Redacción de EL IMPULSO, apuesta por la solución a la crisis en su más reciente libro Aquí y ahora, con prólogo de Dr. Román Duque Corredor, ex magistrado de la desaparecida Corte Suprema de Justicia y uno de los profesionales del Derecho más respetado en el continente americano.
-¿Qué opina de las declaraciones del Presidente Nicolás Maduro de que el problema económico es más importante que las elecciones regionales y el referendo revocatorio?
-La cuestión económica tiene una importancia enorme. Pero, eso de ninguna manera puede justificar que se cancele la democracia. Y la democracia obliga celebrar las elecciones regionales para renovar los gobernadores y el Consejo Legislativo. Esas elecciones tienen que hacerse por mandato de la Constitución. No hacerlas significa entrar en una dictadura.
-¿Y el referendo?
-Es una figura consagrada en la Constitución y que fue incorporada a la misma a propuesta de los actuales gobernantes. Es la forma transparente, pacífica, democrática, electoral y constitucional que permitiría establecer un gobierno nuevo. No basta con la idea de cambiar al Presidente. Es necesario saber cómo se va a escoger el candidato presidencial (porque después del referendo hay apenas un mes para escoger al nuevo Presidente) y cuáles serían sus propuestas programáticas para enfrentar la crisis.
Recomendaría que quien asuma la responsabilidad de gobernar a Venezuela debería tener como gran objetivo sustituir la cultura de la confrontación por la del diálogo y el respeto.
Un país dividido no puede avanzar. Tenemos casi veinte años en que el Presidente ha sido un factor para dividir a los venezolanos y no para unirnos. Venezuela necesita un gobierno que trabaje por la unidad nacional.
-¿Qué nos dice del anuncio de Maduro de presentar el proyecto de presupuesto al Tribunal Supremo y no a la Asamblea Nacional?
-Absurdo. Quienes tienen que aprobarlo son los representantes del pueblo. Los magistrados lo que tienen que hacer es administrar justicia. Deben funcionar el Ejecutivo y el Legislativo de forma autónoma. Lamentablemente, ninguno de los dos está lo hace.
-¿Cómo ve al Poder Judicial usurpando funciones del Legislativo?
-Muy grave. Porque el problema es que al Judicial se le ha atribuido una función suprema. Los magistrados no son electos por el pueblo sino designados por la anterior Asamblea Nacional. El TSJ dice lo que es constitucional y lo que no lo es. Y no hay apelación posible.
-¿Por qué no ha sido posible el diálogo?
-Porque el gobierno no cree en el diálogo. Hay factores de la oposición que tampoco creen en el diálogo. Y hay muchos factores del país que están privilegiando los proyectos personales y partidistas. Los colombianos nos están dando un ejemplo. A pesar de que triunfó el “no”, al día siguiente se estaban reuniendo los líderes principales del gobierno y de oposición: Juan Manuel Santos, Álvaro Uribe, Andrés Pastrana, Timochenko. Nosotros tenemos que exigirle a nuestros líderes que se sienten a conversar sobre los intereses del país, que no son los del gobierno, ni los de la MUD.
-¿Cuáles son las soluciones que propone a los graves problemas del país?
-Atendiendo a la recomendación que nos ha hecho el Papa Francisco, propongo que haya un diálogo inteligente, patriótico y constructivo. No se trata de un show mediático, de montar un espectáculo para transmitirlo por televisión, de unos líderes insultando a los otros y los otros insultando a los unos. Se trata de buscar soluciones. Y hay que armonizar por lo menos 5 factores nacionales y tres internacionales.
Los factores nacionales: 1) La rama ejecutiva del poder público. No se puede tomar una solución sin tomar en cuenta al gobierno. 2) El legislativo, en donde están representados los partidos de la oposición democrática. Y no se puede pensar en una solución para la crisis nacional que no tome en cuenta a la Asamblea Nacional. 3) La Fuerza Armada. Aunque ésta es un organismo profesional y no deliberante, todos sabemos que hay tomar en cuenta lo que significa la institución castrense. 4) Los factores de la producción, empresarios y trabajadores, que deben formar parte fundamental del diálogo, para que haya reactivación de la economía nacional. 5) Y finalmente, la Iglesia Católica, la institución de más elevado prestigio en el país.
Y los tres factores internacionales son: 1) El Vaticano, que afortunadamente tanto el gobierno como la oposición han manifestado disposición favorable para una eventual mediación . 2) El gobierno de los Estados Unidos, cuyo país ha sido históricamente el principal comprador de nuestro producto de exportación, el petróleo, y el principal suplidor de los bienes y servicios que Venezuela debe importar. Y 3) El gobierno de Cuba. Según el comentario generalizado tendría la posibilidad de ejercer influencias en la búsqueda de una solución consensuada para superar la crisis nacional.
Todo esto supone dos ingredientes: inteligencia para comprender la magnitud de la crisis y patriotismo, es decir, amor por Venezuela. Porque a veces uno siente que los actores políticos promueven sus proyectos partidistas o personales en lugar de trabajar por el interés nacional. Esa es mi preocupación.