La zona del antiguo Manteco se mantiene palpitante, mientras que su sucesor, el Mercado Mayorista de Barquisimeto (Mercabar), fundado en 1983, sortea diversas dificultades.
Algunos comerciantes, han dejado de entrar al centro de acopio más grande de Latinoamérica, motivado a la presencia militar, por lo que se apuestan en la calle, en especial en zonas del centro de la ciudad, incluyendo el área del Manteco.
No obstante, el abandono, la suciedad e informalidad cobran fuerzas en el lugar, para hacer de estas históricas cuadras del centro de Barquisimeto, un área de gran concentración humana, contaminación, acumulación de basura y delincuencia.
Vendedores de la zona sostienen que nadie se preocupa por el viejo Manteco y que ellos mismos, intentan mantenerlo limpio, dentro de sus posibilidades.
Kelvin Gávalo, comerciante, relató que los robos y hurtos son cada vez más frecuentes. No sólo son objeto del hampa los transeúntes, sino también los comerciantes y quienes les despachan la mercancía. Piden a las autoridades “voltear los ojos” hacia esta zona.
Entre puestos de venta improvisados, camiones en plena descarga y caleteros, los transeúntes caminan por la zona e intentan no ser víctimas del hampa.
La venta desde los camiones y de pequeños detallistas, con mesas sobre las aceras, también han proliferado, obstaculizando el libre tránsito de peatones y conductores.
La suciedad, sigue siendo parte de la escena del Manteco y las razones por las cuales el comercio de tres décadas atrás fue mudado a la zona industrial reaparecen.
“Después que se llevaron el Manteco a Mercabar, nadie se preocupó por la carrera 22. Aquí sólo hay huecos y suciedad, cloacas dañadas y animales rastreros”, comentó José Pernalete, asiduo transeúnte de la zona.
La posibilidad de que los comerciantes del viejo Manteco, retornen a la zona, se ha convertido en tema de debate social.
Reacciones ante la posibilidad
Al respecto fue consultada Yuyita de Chiossone, miembro de la Red de Instituciones Larenses y de la Fundación Amigos del Casco Histórico, quien aseguró que ambas instituciones ven con preocupación el posible regreso del comercio de la ciudad hacia el Manteco.
Dijo que esto no sólo afectaría la distribución y el abastecimiento de zonas del país, sino que se trataría de una involución para la ciudad, ya que la fundación de Mercabar surgió en respuesta a un conjunto de condiciones de insalubridad y convivencia que debían ser atendidas.
Es de destacar que concejales de Iribarren de la década del 80 también promovieron y gestionaron la migración del Manteco a Mercabar.
Sobre la posibilidad latente, fue consultado el concejal José Alejandro Natera, quien manifestó que este tema es plena responsabilidad del alcalde de Iribarren. Aseguró que al burgomaestre “se le fue de las manos”, la administración de Mercabar, Manteco y los mercados municipales de Barquisimeto.
En este sentido, apuntó que existe “anarquía” en la ciudad, debido a que no se le da cumplimiento al Plan del Desarrollo del municipio Iribarren.
Subrayó que Mercabar no es objeto de militarización, sino de control por parte de fuerzas nacionales, debido a las prácticas indebidas que allí se realizaban.