La decisión anunciada por el Gobierno de destinar el 50% de la producción agroindustrial pública y privada para los Comités Locales de Abastecimiento y Producción (CLAP), profundizará el desabastecimiento de alimentos en todo el país, aseguró el presidente de Fedecámaras, Francisco Martínez, al salir al paso a esta nueva medida.
Para el líder del empresariado organizado en Venezuela, esta medida genera inquietud, porque en este momento el gobierno establece un 50%/ 50%, pero si mañana, el gobierno nacional producto de su ineficiencia, decide ir a otro esquema de 70% y 30% o ir a 80% y 20%, en esa medida el sector empresarial se va a ver afectado porque verá mermada su posibilidad de atender en forma eficiente, todos los requerimientos de los consumidores.
Afirmó que el Ejecutivo no solo se niega a reconocer el fracaso de los CLAP, sino que continúa dando pasos por el camino equivocado, persistiendo en la creencia de que la escasez y falta de alimentos se deba a problemas de distribución, cuando se ha demostrado en todos los escenarios, que es generado por la caída de la producción nacional.
-Cómo puede aumentar la producción de alimentos el sector agrícola venezolano cuando no tiene semillas, fertilizantes, agroquímicos, repuestos para las maquinarias, financiamiento oportuno ni asignación de divisas, pero además no se atienden sus reclamos. Asimismo, la industria nacional para el primer trimestre de este año estaba trabajando con un 36% de su capacidad instalada, es decir que el 64% de capacidad estaba ociosa; carece de materias primas para procesar y tampoco se le asignan las divisas para que cumplan con sus obligaciones con los proveedores internacionales, tampoco se flexibilizan los mecanismos para obtenerlas de manera expedita, precisa Martínez.
Asegura que con esta última decisión, los anaqueles de los establecimientos comerciales se van a quedar completamente vacíos, además se ha puesto en evidencia que los alimentos distribuidos por los CLAP nunca van a ser suficientes, y ello se evidencia con las protestas diarias de los sectores de menores recursos, los cierres de vías reclamando que no les llegan estos productos.
Insiste en la necesidad imperiosa de cambiar el modelo económico sustentado en el Plan de la Patria, que está destruyendo lo poco que queda de país, advirtiendo que no existe ningún indicio en el seno del Gobierno, que permita visualizar que se vaya a producir una rectificación en el corto o mediano plazo, por el contrario, lo que se percibe es que continuarán por el camino equivocado.
