Con sus últimas declaraciones sobre el referendo revocatorio y las elecciones regionales, Nicolás Maduro ha dejado al descubierto que es un dictador como su amigo Robert Mugabe, el presidente de Zimbabue, de quien fue su anfitrión recientemente en la isla de Margarita y le sigue los pasos en cuanto a la destrucción de la economía y la inflación más alta del mundo, así como al desconocimiento de leyes.
La declaración fue hecha por Armando Prado, coordinador de medios de la Mesa de la Unidad Democrática y dirigente del partido Izquierda Democrática en el estado Lara.
La MUD en nuestra región rechaza la actitud asumida por el jefe del gobierno venezolano al decir que no habrá referendo revocatorio, por cuanto él no es quien decide la consulta, sino el pueblo por mandato de la Constitución de la República. Los dictadores siempre quieren imponer su criterio; pero, la historia ha demostrado que los pueblos se imponen.
Tal ocurrió en Chile cuando Augusto Pinochet intentó prolongar mucho más su mandato y aunque el principal responsable del organismo electoral le era afecto, no le quedó otra alternativa que llevar a cabo la consulta que obligó al militar a abandonar el cargo.
Ya el proceso del revocatorio está andando y no puede detenerlo Maduro, ni su entorno en el cual figuran las cuatro mujeres que forman parte de la directiva del CNE.
En cuanto a que no son importantes las elecciones regionales, es la declaración más absurda que puede hacer, ya que cuando los sondeos de opinión favorecían al chavismo, se convocaban los procesos electorales, se buscaban los recursos y se efectuaban rápidamente. Pero, hoy el régimen teme las elecciones porque sabe claramente que las pierde. Y las va a perder porque el pueblo está cansando, angustiado y desesperado ante la crisis que ha producido este gobierno por sus malas políticas que trajeron como consecuencia la destrucción del aparato productivo, una inflación indetenible y la falta de alimentos, medicinas y repuestos.
Ahora el propio régimen está buscando atemorizar a la población propiciando el rumor de que Diosdado Cabello sustituirá a Maduro cuando éste salga de la presidencia de la República.
Si hoy todavía Maduro, a base de presión que ejerce sobre los funcionarios de los diversos niveles de la administración pública, los colectivos y el chantaje que ejerce sobre algunas organizaciones puede mantener un diez por ciento de apoyo, indudablemente que Cabello, desde hace mucho tiempo, es el sujeto más repudiado por la colectividad venezolana, incluso por los propios militantes del Partido Socialista Unido de Venezuela y, por supuesto, por los demás integrantes de lo que llaman el Polo Patriótico.
Lo que se quiere hacer ver es que si Maduro es un sujeto malo, que ha producido una crisis humanitaria y económica, peor es Cabello y, por tanto, hay que dejar al primero que termine su mandato.
Pero ya este es un pueblo que ha sufrido mucho y no soporta más este régimen, por lo cual ha dejado de creer en amenazas, chantajes y cualquier tipo de triquiñuela que le quiera imponer el régimen.
De allí que se mantiene vigente la decisión de ir al revocatorio para sacar del poder a Maduro y lograr cambiar esta situación insoportable, conocida mundialmente.