Después de las inconstitucionales e inmorales condiciones impuestas por el CNE para la recolección del 20% de las firmas que activarán el referendo revocatorio contra Maduro, hubo un paréntesis de tres días durante los cuales la MUD reflexionó con detenimiento y consultó a importantes sectores del país, para dar respuesta al CNE y al país. El régimen lucía por esos días invencible, eufórico porque de nuevo parecía haber aplastado el deseo de cambio de los venezolanos.
Hubo incertidumbre en la población opositora. ¿Qué haremos? ¿Iremos en esas casi insuperables condiciones? ¿Aceptaremos la inconstitucionalidad como norma para nuestra actuación? Hubo voces que señalaron que nos habíamos equivocado, que en vez de pedir un referendo revocatorio debíamos haber pedido una Asamblea Constituyente, sin percatarse que para una Asamblea Constituyente el camino es más engorroso y por tanto más demorado. Otras voces han hablado de activar el tema de la doble nacionalidad de Maduro, también sin percatarse que con el Poder Judicial actual, léase TSJ, no hay manera de andar ese camino. Se propuso el referendo revocatorio y en esa vía hemos avanzado muchísimo. Por fin el lunes 26 de Septiembre y bajo protesta por las condiciones impuestas, la MUD aceptó un nuevo reto. Así como el 6 de diciembre, con todos los obstáculos y ventajismos impuestos por el régimen, se logró, a fuerza de voluntad, coraje, mística y entusiasmo de la mayoría de venezolanos, obtener una contundente victoria, asimismo se puede y se va a lograr otra gran victoria en la activación definitiva del referendo revocatorio.
La población venezolana está decidida, se acabó el miedo. ¿Qué podemos perder cuando estamos a punto de perderlo todo? Es un problema de supervivencia. Lo que ocurre hoy es el peor desastre de nuestra historia.
Tomemos conciencia también de que estamos a punto de ganarlo todo y producir el cambio. La Asamblea Nacional es nuestra casi en su totalidad. Las dos terceras partes de sus integrantes pertenecen a la oposición, se puede destituir a los magistrados del TSJ, por eso no dejan incorporar a los diputados de Amazonas, ni que se repitan las elecciones. Si éstas se repitieran, la derrota oficialista sería mayor que el 6 de diciembre, sería inmensa. Si hay revocatorio este mismo año y elección de un nuevo Presidente, tendríamos los tres poderes y Venezuela cambiaría totalmente. La mayoría de la población venezolana quiere ese cambio este año, también lo quieren los organismos internacionales (ONU, OEA, UE, Mercosur) y la mayoría de los países amigos. Basta ver la declaración de los seis cancilleres a quienes la señora Delcy no sabía qué decirles.
La MUD aceptó el reto bajo protesta por las condiciones, porque lo peor es dejar este mandado en el camino. Vamos a recoger ese 20% de solicitudes, probablemente se recojan más. Vamos todo el país a la calle. Que se vea, que se note, que se sienta esa mayoría, todos queremos ya el referendo para revocar a Maduro. Un pueblo decidido es invencible.