Venezuela se encuentra fuera de la ruta habitual de los huracanas, tal y como lo afirma Sergio Foghin en su obra Tiempo y Clima en Venezuela, sin embargo, existen referencias históricas que indican que algunas islas venezolanas han vivido las consecuencias de estas perturbaciones tropicales.
El hecho de que este fenómeno atmosférico no se produzca con frecuencia frente a las costas venezolanas ha hecho que se generen distintos tipos de informaciones sobre el huracán Matthew que el fin de semana pasó muy cerca de nosotros, lo cual indica que la población necesita mayor información meteorológica.
El doctor Rafael Javier Rodríguez, especialista en climatología, señala que la cultura meteorológica es fundamental para los venezolanos porque está demostrado que somos vulnerables frente a este tipo de fenómenos atmosféricos.
“Por diferentes características, nuestro país no resulta, en líneas generales, afectado por estos fenómenos tropicales debido a diferentes características dadas por nuestra posición geográfica, entre ellas la cercanía con el Ecuador”.
Explica que existen circunstancias físicas aunadas a la velocidad de la Tierra y la latitud, que son parámetros relevantes para la formación de estas situaciones meteorológicas (huracanes). En la actualidad, una de esas circunstancias ha contribuido en la formación de Matthew y es que debido al calentamiento de las aguas del pacífico tropical más cercano al Ecuador, el trayecto de este huracán estuvo cerca de Venezuela.
“El caso de Matthew es particularmente interesante para quienes estudiamos la materia, porque se formó cercano a los 10 grados de latitud norte y generalmente estos se forman hacia el Mar Caribe y cuando lo hacen, nuestro país está generalmente protegido por las antillas menores o mayores, ubicadas hacia el este”.
Estas tormentas o huracanes son estructuras o sistemas nubosos bien organizados, cuando tocan tierra pierden energía pues su principal motor es el calor latente de la evaporación.
“El huracán es la última etapa de una situación climática que comienza siendo una onda tropical y cuando supera los 62kilómetros por hora para a ser una depresión, al superar los 117 Km/h de vientos sostenidos se convierte en tormenta tropical y es cuando se le asigna un nombre; al superar los 118 Km/h es considerada un huracán y entra en la escala Saffir-Simpson, de cinco niveles”, dice el experto.
“Hay diferentes regiones del mundo en las que se forman huracanes, en nuestro caso lo hacen en el océano Atlántico por efecto de los vientos alisios cargados de humedad que al entrar en contacto con el océano y otros factores, forman la onda tropical”.
Para el doctor en ciencias y profesor de la cátedra libre de Cambio Climático de la UCLA, las circunstancias que dieron pie al huracán Matthew podrían repetirse con mayor frecuencia en los próximos años debido al calentamiento global y al hecho de que nos encontramos en presencia del fenómeno de la Niña.
“Los datos históricos nos indican que las afectaciones o incidencias de ondas, tormentas tropicales o huracanes en nuestro país se han registrado durante la fase fría del fenómeno del Niño, conocida como la Niña (que es calentamiento del Atlántico y enfriamiento del océano Pacífico), el Niño es lo contrario. A nosotros nos afectan más los años Niña como procesos productores de lluvia”, acotó, de allí la necesidad de establecer planes preventivos en el país y fortalecer la cultura de los ciudadanos.