El pelotero venezolano Endy Chávez, después de guardar silencio por un tiempo prolongado sobre la situación jurídica relacionada con la custodia de su hija, decidió romper el silencio para aclarar ante su fanaticada, cómo ocurrieron los hechos.
Explicó que la madre de su hija, Joelis Molina, con la cual nunca se casó, lo acusó, en New Jersey (Estados Unidos), de haber secuestrado a su hija e inculpó a su única esposa, Patrice Maldonado de Chávez, de haber participado en el secuestro y de maltrato infantil hacia su hija, hecho que fue desvirtuado en la mencionada Corte, en virtud del acuerdo voluntario, en el que la señora Molina, le había otorgado la custodia temporal de su hija.
“En diciembre del 2015, tendríamos la audiencia final para decidir la custodia de la niña, pero el día anterior, la madre consignó denuncia que había interpuesto en Venezuela, acusándome de haber falsificado unos documentos y que secuestre a mi hija, para sacarla de Venezuela, lo cual, suspendió el juicio en Estados Unidos por investigación. Luego en enero, la abogada de Joelis, me hizo entrega de la notificación de una nueva audiencia pero sin indicar fecha de celebración de la misma, igualmente se la entregó a mi abogado y al defensor de la niña que había designado el Estado, quedándonos todos a la espera de la fecha establecida, la cual nunca llegó a tiempo. Sin embargo, Joelis si la sabía y obviamente fue la única que se presentó a la audiencia, en consecuencia, nos anotaron como ausentes y logró que le otorgaran el permiso para sacar a la niña del país.”, enfatizó Chávez.
Sin duda alguna, ambos notablemente consternados, manifestaron no entender, cómo la madre de la pequeña ha llegado a este nivel, si siempre fueron una familia unida y los cuatro compartieron muchos momentos agradables en un ambiente armonioso y fraternal. Además el beisbolista, siempre ha cumplido con la manutención de su hija e incluso le compró un apartamento y un vehículo a su madre para su bienestar y cuidado, aparte de haberle prestado todo el apoyo económico requerido por ella, durante el tiempo que la niña convivió con su padre.
El beisbolista considera importante darle participación a su esposa, quien ha recibido acusación y no ha tenido la oportunidad de defenderse públicamente. Para la señora de Chávez, todas las falsas acusaciones de las cuales han sido objeto, están motivadas por dinero, porque reiteradamente Molina pedía sumas de dinero adicionales a las correspondientes por la manutención de la niña, a pesar de que su papá cumplía con el pago oportuno de la misma.
La esposa del beisbolista, agregó que las investigaciones sobre el caso tardaron un año, donde la Juez a cargo, asignó a tres psicólogos quienes determinaron que la niña no tenía ningún daño psicológico y por ende no había sufrido ningún tipo de maltrato infantil, coincidiendo con el diagnóstico de otro psicólogo en Venezuela.
Adicionalmente se involucró el Gobierno estadounidense debido a la acusación de maltrato infantil, por lo que enviaron una trabajadora social quien llegó a la conclusión que la niña estaba siendo manipulada por su madre. “Aquí en Estados Unidos eso es delicado, son estrictos con el tema de protección infantil. Después fue revisada por un pediatra, mientras se encontraba bajo el cuidado de su madre, el cual, dejó constancia médica de que la bebé estaba mal cuidada, bajita de peso y un poco enfermita. A diferencia de cuando la niña estaba bajo nuestro cuidado. Se demostró que no sufrió ningún tipo de maltrato, por el contrario, se encontraba en perfectas condiciones físicas y emocionales”, refirió la señora de Chávez.
Chávez mencionó que la madre de su hija le niega el contacto con la pequeña. “Al tratar de contactarla, me encuentro con la negativa de su madre, que no me permite el contacto. Ni telefónicamente con mi hija, por lo cual no he tenido comunicación alguna con ella desde hace ocho meses, vulnerando no solo mi derecho de padre, de compartir con mi hija, sino el derecho que tiene la pequeña de compartir con su padre”.
Con lágrimas en los ojos y voz quebradiza, manifestó que “me están negando el contacto con mi hija, lo cual es la mayor bendición que puede tener un hombre y a la vez le están negando el mismo derecho a la niña. Ella (Joelis) la priva de la dicha de tener un padre responsable a su lado que la ama y solo desea su bienestar, lo que hoy en día es poco común. Es por esto, que hasta ahora, no he intentado acciones legales en contra de Joelis, apelando a su humanidad y sensibilidad maternal, ya que solo anhelo ver y estar con mi hija, a la que amo con todo mi ser”.
“Si Joelis, fuese una madre consciente del daño irreparable que le causa a nuestra inocente hija, accediera a llegar a un justo acuerdo sobre las condiciones de convivencia que ambos debemos tener con la niña, ya que por ley la patria potestad nos corresponde a los dos, pero ella con esta actitud desmedida e irresponsable, solo pretende manchar mi carrera profesional con presuntos actos delictivos, como la aberrada acusación de haber secuestrado a mi propia hija y dañar la reputación de mi esposa, acusándola falsamente de maltrato infantil cuando es público y notorio que Patrice siempre ha cuidado y amado a mi hija como si fuese suya, por algo le dice “mamá”.
Carrera detenida
El carabobeño interrumpió sus 13 años de experiencia en las Grandes Ligas en el año 2015, justo cuando estaba en pleno auge de su carrera, debido a los procesos judiciales en torno a la custodia de su hija, por lo que tuvo que detener su carrera de beisbolista profesional. En consecuencia, tiempo después tuvo que decidir entre dos opciones: apelar a la custodia de su hija o continuar en las Grandes Ligas.
“Obviamente preferí a mi hija. Ella tiene a su papá que la defienda. Pero a mis fanáticos les pido disculpas por no haber jugado en Venezuela la temporada pasada. Tuve que dejar mi trabajo para atender estos asuntos legales e intentar desvirtuar las falsas acusaciones que su madre hizo en mi contra y en contra de mi esposa”, dijo
El jardinero jugó con los Blufish de Bridgeport, equipo de la Liga del Atlántico, a fin de lograr ser fichado por las Grandes Ligas. Insistió en que terminará su carrera en Venezuela, pero primero tiene que arreglar este asunto personal, ya que según alega, está más que demostrado con pruebas fehacientes, que la verdadera intención de la señora Molina, es manchar la imagen de Por su amor a Venezuela y a su equipo Navegantes del Magallanes, Endy Chávez no descarta regresar y comenzar a entrenar en el Estadio de Beisbol José Bernardo Pérez de Valencia, lo más pronto posible, en vista de que, aun siendo un Grandes Ligas establecido, es uno de los pocos jugadores criollos que no ha dejado de participar en la Liga Venezolana de Beisbol Profesional (LVPB) a excepción de la temporada pasada que no jugó por culpa del acoso legal que le ha mantenido y sostenido hasta la fecha.
“Es imposible olvidar el furor de mi gente y de la tierra donde nací y que me vio crecer como pelotero profesional”, indicó.