Un total de 11 secuestros han sufrido en los últimos 90 días los productores agrícolas del Guárico y sur del estado Aragua, con el saldo fatal del asesinato de Juan Luis Malaspina Salaverría, mientras que 500 unidades de producción denuncian haber sufrido algun tipo de robo, en especial maquinarias, equipos e implementos de trabajo.
La información la dio a conocer la Federación de Productores del Guárico (Fedeguarico, organización constituida por 18 asociaciones de productores adscrita a Fedeagro y a Fedenaga.
Revelan que durante el año 2016, al menos un vehículo diario fue robado en la zona, que luego son utilizados para extorsionar a sus propietarios y ofrecer la devolución del mismo a cambio de fuertes sumas de dinero; se estima que entre robos y extorsiones las pérdidas superan los 304 millones de bolívares, mientras que las cifras rojas del abigeato suman hasta el momento más 4.500 cabezas de ganado, lo que ha ocasionado una pérdida patrimonial superior a 1.160 millones de bolívares.
Impacto en la producción
Denuncian que esta delicada situación ha provocado el deterioro de fincas en plena producción. Como ejemplo utilizamos la población de El Sombrero, una de las más afectadas por la oleada delincuencial, 23 unidades productivas se han visto desmejoradas y se dejó de sembrar este año 2016:
1000 Has de cebolla, que representan una producción de 30.000 Tm
500 Has de tomate, que representan una producción de 15.000 Tm
140 Has de pimentón, que representan una producción de 4.100 Tm
180 Has de patilla, que representan una producción de 4.500 Tm
2.500 Has de maíz, que representan una producción de 8.000 Tm
Ante la grave situación de escasez de alimentos que padece el país desde los dos últimos años, junto a la pérdida de empleos en el sector y con miras a lograr un verdadero rescate de la ruralidad, los productores agropecuarios solicitaron se declare con carácter de urgencia el estado de emergencia en todo el territorio del estado Guárico y el sur de Aragua, y exigen a las autoridades medidas inmediatas para erradicar las bandas armadas que diezman la producción y a la población.