Ya Ameliach asomó al tapao.
Esta pregunta nos ronda desde hace mucho tiempo y la respuesta cada día se hace más difícil. Chávez y su movimiento irrumpen en la vida pública a través de la violencia. El 4F del 92 fue su partida de nacimiento, confirmada el 27N, pero muchos informes de inteligencia policial los involucran en los acontecimientos ocurridos durante el 27 y 28 de febrero del 89 y su génesis se ubica en los grupos conspiradores del Ejército Bolivariano Revolucionario, EBR 200, de 1983, luego convertido en MBR 200 y finalmente en el MVR.
La mayoría de los integrantes de estos movimientos fueron grupos cívico-militares de extrema izquierda.
Todos de origen y actuaciones violentas. Ñángaras, cabezas calientes, guerrilleros, dirigentes universitarios encapuchados, asesinos de policías y guardias nacionales, secuestradores, asaltantes de bancos. La mayoría entrenados en Cuba. Ante tantas derrotas deciden abandonar la lucha violenta, o mejor postergarla, para optar por la vía democrática y electoral para tratar de llegar al poder. Y lo logran, escudados en un discurso populista, ayudados por los grandes medios y grupos de la burguesía nacional, enemigos acérrimos de AD y Copei y parte de la clase media boba. Ya en el poder la violencia sigue siendo parte de sus actuaciones, ahora convertida en política de Estado.
Han sido ya 17 años de un régimen que hace uso de las reglas de la democracia mientras sea para su propio beneficio. Con un lenguaje oficial cargado de odio, de propiciar el enfrentamiento de clases. De pobres contra ricos, blancos contra negros, cerro contra urbanización. Un régimen que se ufana de haber realizado muchas elecciones, unas ganadas en buena lid y otras dudosas, pero todas mediante las amenazas y uso de bandas armadas, círculos bolivarianos o colectivos, el control del árbitro electoral, el uso indebido y grosero de los recursos del Estado. Y las elecciones perdidas las reconocen a regañadientes, pero no las acatan. La última y más emblemática fue la de la AN donde reciben una pela, pero la bloquean totalmente. La Constitución, la mejor del mundo según ellos, solo se aplica cuando les favorece, de resto es papel sanitario.
Y así hemos llegado al RR. Todo indica que se puede hacer, es un derecho. La oposición ha hecho todo lo que tiene que hacer para lograrlo. Pero el gobierno, el CNE y demás poderes sumisos se empecinan en no permitirlo. Y mientras un pueblo que en casi un 80% lo pide, lo reclama. Con hambre y sin medicinas, con inseguridad total, con un salario paupérrimo pide a gritos “Nicolás vete ya”, Nicolás renuncia”, “referendo ya”. Y ellos sordos. En el lado de la oposición una MUD que sigue apegada a los postulados de la democracia, al respeto a la Constitución y leyes. Que sigue transitando la vía pacífica. Pero hasta cuándo lo podrá hacer. Hasta cuándo podrá contener al pueblo, ese pueblo que hoy hace colas mendigando una bolsita de comida, buscando una medicina, arrullando a sus recién nacidos en cajitas de cartón, sin luz y sin agua, con hijos en la morgue, que se vuelva de nuevo el bravo pueblo de nuestro himno. Nadie quiere una salida violenta, nadie, pero parece que los capitostes del régimen castro comunista si lo quieren y lo desean. Si fuesen inteligentes rezarían porque el RR se lleve a cabo y que lo pierdan.