El infilder Ildemaro Vargas se incorporó a los entrenamientos de Cardenales de Lara con el claro objetivo de seguir rindiendo con el madero y a la defensiva, por esa razón aprovechará estos días previo al inicio de la temporada para afinar detalles, luego de una larga y productiva participación en la filial de Arizona.
A pesar de que este año llega como una de las figuras, a diferencia de la zafra pasada, en la que venía a ganarse un puesto en el roster grande, el pelotero oriundo de Caripito, en Monagas, destacó que su estatus ganado en la novena no le quitará la intensidad y deseo de figurar que lo ha caracterizado en su carrera.
“No paro de trabajar. Es el don que me dio Dios y debo aprovecharlo al máximo. El año pasado me dieron la oportunidad y pude demostrar, de mi parte vengo súper contento porque quiero estar aquí, el grupo está muy unido y este año las expectativas son muy grandes”, destacó Vargas a la oficina de prensa de Cardenales.
El pelotero dijo que este año no ha parado de trabajar y solo descansó tres días para compartir con su familia, luego de finalizar su temporada en Estados Unidos se mantuvo entrenando solo.
La gerencia de Cardenales ha conformado una estructura criolla destacada que en su mayoría ya está con el equipo, situación que emociona al infilder, quien espera que la novena crepuscular esté para grandes cosas en la campaña.
“Cardenales va ser una explosión. Si Dios nos mantiene sano vamos a tener equipo para rato. Con el respeto que se merecen los demás, pero nosotros somos muy fuertes. Hay una buena combinación de experiencia y juventud en el camerino, todos con muchas ganas de ganar”, aseveró Vargas.
El novel pelotero fue la gran sorpresa de la novena crepuscular la temporada pasada al batear average de .335, anotar 37 carreras, conectar 66 cuadrangulares e impulsar 20, además de robar seis bases, a esto se le suma un alto porcentaje de bateo de .402.
En el béisbol estadounidense vivió un gran ascenso de pasar de la categoría clase A fuerte a la triple A, en general bateó .305, pisó el plato en 76 oportunidades, sonó 160 imparables, con seis cuadrangulares y 37 traídas al plato.
En la defensa jugó de manera magistral y aunque es segunda base natural, se puede mover por todo el campo.
Buen entrenamiento
A pesar del inclemente aguacero que se precipitó en la ciudad, la jornada de entrenamientos para Cardenales fue positiva al ver en el terreno de juego a Carlos Rivero y a Rangel Ravelo, quienes junto a los ya integrados, Jesús Montero, Jairo Pérez, conformarán el corazón medular ofensivo.
Otra adición importante fue la Raúl Rivero, quien junto a Néstor Molina y César Jiménez, formarán parte de la rotación criolla del equipo.
El grupo de jugadores en los entrenamientos se dividió para afrontar partidos de preparación, el primero fue a Quíbor a medirse con una novena del lugar y el segundo partió a Santa Bárbara a medirse ante las Águilas del Zulia.
