Los colombianos decidirán este domingo si avanzan por el camino de la paz con la guerrilla, avalando los acuerdos de paz firmados a comienzos de semana por el gobierno y las FARC, dando inicio a un proceso de desarme tras cinco décadas de conflictos o si continúan por el de la guerra.
Casi 82.000 mesas en la propia Colombia y el extranjero abrirán sus padrones para los 35 millones de votantes habilitados al plebiscito en el cual los ciudadanos deberán responder por el «sí» o por el «no» a la pregunta de si aceptan los convenios entre las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y la administración del presidente Juan Manuel Santos.
Tras escucharse las notas del Himno Nacional las urnas se abrieron dando paso a filas de personas que desafiaban la lluvia que azotó a casi todo el país.
El presidente Santos fue uno de los primeros en colocar su papeleta en la Plaza Bolivar, al centro de Bogotá, la capital.
«Acabo de depositar mi voto en este plebiscito, en esta votación histórica que espero cambie la historia de este país para bien. Terminar una guerra de 52 años, el camino de la paz», dijo el gobernante ante los periodistas que se agolpaban en el lugar para ver al gobernante.
«La paz nos va a llevar a un mejor futuro», agregó Santos quien destacó la coincidencia de que en un día como hoy nació Mahatma Gandhi, uno de los más grandes líderes de la no violencia.
Muchos lugares en el exterior como Estados Unidos, Venezuela y Europa a donde residen muchos colombianos arrancaron más temprano –siempre a las 8.00 hora local– con el himno nacional.
Las elecciones en Colombia son voluntarias, por lo que se prevé un abstencionismo de más del 60%. Entre los votantes que sufraguen, según las encuestas, triunfará el «sí», aunque el «no» realizó una fuerte campaña encabezada por el ex presidente Alvaro Uribe, quien se mostró contrario a un diálogo a lo largo de los casi cuatro años que duraron las conversaciones en Cuba.
Si triunfa el «sí», las FARC se reinsertaran como partido político. Habrá un mecanismo de verificación y dejación de armas, con algunas de las cuales se erigirán varios monumentos-. Habrá amnistía, pero también se buscará juzgar a los responsables, tanto de la guerrilla como de los demás actores, de las víctimas causadas en la guerra.
El acuerdo de 297 páginas contempla además una mejor distribución de tierra, el combate a las drogas y la sustitución de cultivos ilícitos, la participación política de organizaciones populares y el resarcimiento a las víctimas, entre otros puntos.
Creadas en 1964, las FARC son la guerrilla activa más antigua del continente y cuentan con unos 7.000 insurgentes.
La Mesa de Diálogo para los acuerdos, iniciada en 2012, contó con el impulso de Cuba, Noruega, Venezuela y Chile.
La víspera y como un gesto de buena voluntad las FARC destruyeron más de 600 kilos de explosivos y se comprometieron a declarar su activo monetario a fin reparar a las víctimas de la guerra.