Varias denuncias había acumuladas sobre robos y hurtos en casas de la ciudad en los cuales se señalaba a Darril Wilfer Ramos Mendoza, de 24 años, como autor. La noche del jueves, aparentemente, fue su última acción delictiva. En el seguimiento de las pistas, ayer en la mañana, la comisión de detectives recorrió el sector El Estadio y el muchacho, al ver a los efectivos corrió hacia el interior de la casa amarilla con blanco ubicada en la esquina de la calle 1 con carrera 2, donde vivía junto con su abuela y su padre. Se desencadenó un enfrentamiento y Ramos Mendoza, malherido, fue trasladado al hospital Baudilio Lara de Quíbor, donde dio su último respiro.
Junto con él, comentaron algunos vecinos, sacaron con una herida en la pierna a otro hombre y a dos imberbes. Todos, atestiguaron los residentes de las calles más próximas, gritaban al unísono que no estaban armados cuando llegaron los detectives.
Lo utilizaban
Cuando tenía 18 años Ramos Mendoza cumplió servicio militar en El Tocuyo, pero unos meses después lo internaron en la emergencia del Hospital Central Universitario Antonio María Pineda por una sobredosis.
Después, la madre le regaló una moto para que trabajara con servicios de transporte y lo hizo, pero los clientes eran personas que lo utilizaban para delinquir, aseguró una prima. En uno de esos viajes lo atraparon flagrante y lo condenaron a pagar la pena en Uribana. Allí, solo permaneció ocho meses. Por el comportamiento irracional dentro de la cárcel, determinaron que tenía trastornos mentales y lo internaron durante un periodo en el hospital psiquiátrico El Pampero. Sus parientes creen que los trastornos eran efectos secundarios de la sobredosis.