Los Cardenales de Lara tienen como propósito que su cuerpo de relevistas estén a tono al inicio de la campaña, por ese motivo el trabajo ha sido arduo, en un grupo que se caracteriza por el talento y la experiencia.
El pitcheo criollo larense fue el mejor de la temporada pasada con una efectividad de 3.48 y para este año la misión es mantener ese buen ritmo, con la adición de brazos por intermedio de cambios y algunas figuras que estarán desde el primer día.
Yoervis Medina, Kendy Bastista, Osmer Morales y Eduardo Figueroa, son del grupo que se encuentran desde el primer día de los entrenamientos haciendo trabajos físicos y de bullpen a la espera de los partidos amistosos que iniciarán el fin de semana.
Ante un buen talento presente y a la espera de los importados, los próximos días de pretemporada serán de mucha importancia, porque se definirán algunos roles específicos en el relevo largo y los últimos episodios.
Oswald Peraza, coach de lanzador, ha sido reiterativo a la hora de poner a prueba al grupo, ya varios de ellos han hecho lanzamientos en partidos simulados, con resultados satisfactorios.
Batista es uno de los brazos de mayor experiencia en la novena crepuscular. Él llegó junto a William Pérez en el cambio que mandó a Celestino López a los Caribes de Anzoátegui. En sus primeras presentaciones ha sorprendido al incluir de nuevo en su repertorio la “split finger”.
“Me siento en excelentes condiciones físicas ya al pasar los años los bateadores saben el repertorio de uno, por eso este año hemos retomado el split finger la cual tengo confianza de lanzar y me ayudará a sumar episodios de calidad. Aquí cada quien se va a ganar su cupo, porque nada es regalado esperaré al mánager Luis Dorante para saber cuál será mi rol en el equipo”, dijo Batista.
El diestro que cumplirá este año 10 temporadas en la pelota criolla, resaltó el estilo de trabajo de la organización y el ánimo de los jugadores que desean darle el equipo la anhelada clasificación.
Mucho poder
Las prácticas de bateo de Cardenales de Lara en esta pretemporada se han convertido en todo un espectáculo, gracias a la presencia de Jesús Montero, quien sin mucho esfuerzo manda pelotas a lo más profundo de las gradas del Antonio Herrera Gutiérrez, además de las trepidantes líneas a todas las bandas del campo.
Otro que ha dado frecuentes conexiones de alto calibre es Jairo Pérez. El importado Rangel Ravelo caracterizado por este tipo de batazos, se mantiene entrenando en el gimnasio y realiza trabajos físicos. A la espera que se reporte en los próximos días Carlos Rivero.
Nelson Prada, coach de primera base, se unió a los trabajos del club y estuvo trabajando con los infilders y cerrar luego lanzando pelotas en la práctica de bateo.