El presidente Mauricio Macri afirmó que no se va a callar «ante los atropellos que sufren los venezolanos», un día después de que Argentina y otros cinco países latinoamericanos manifestaran su preocupación por la posibilidad de que el referendo revocatorio del mandato de Nicolás Maduro se retrase hasta 2017.
Macri, un conservador que lleva más de nueve meses en el poder, expresó su «gran indignación» por la crisis que vive Venezuela al afirmar en una entrevista publicada el jueves por el portal Infobae que no permanecerá en silencio por «la escasez, la inseguridad y el atropello a los derechos humanos (que) son moneda corriente en Venezuela«.
El mandatario dijo que los argentinos deben ser solidarios con el país caribeño porque sus ciudadanos «fueron los primeros en alojar a los exiliados durante la dictadura» en Argentina entre 1976 y 1983 que dejó miles de desaparecidos.
Macri, que implementó un giro radical en las relaciones con Caracas respecto de su antecesora Cristina Fernández (2007-2015), llamó a «hacer lo imposible para que este año se lleve a cabo el proceso revocatorio que Maduro quiere impedir».
Argentina, Brasil, Chile, México, Paraguay y Perú expresaron el miércoles su preocupación por las reglas establecidas en Venezuela para reunir las firmas necesarias para activar el referendo porque postergan el proceso hasta 2017.
La oposición venezolana busca activar la consulta en lo que resta del año para remover a Maduro y llamar a elecciones presidenciales. Pero si se realiza en 2017, luego de cumplirse la mitad del mandato de Maduro, el resto de su gestión será completado por su vicepresidente como lo establece la constitución.
Un comunicado conjunto de los cancilleres de las seis naciones señaló que la decisión del Consejo Nacional Electoral venezolano «implica un método determinado para la recolección del 20% del padrón y que tiene el efecto de postergar la realización del referendo revocatorio hasta el 2017, afectando así el sentido de la consulta».
La entidad electoral determinó que las firmas deberán ser recolectadas entre el 26 y 28 de octubre y que el 20% de los sufragios requeridos deben reunirse en cada estado venezolano y no a nivel nacional como lo indica la carta magna. Además dispuso 5.392 máquinas de votación de las 19.500 que había solicitado la oposición.
Los cancilleres ofrecieron «contribuir para la realización de un diálogo entre el gobierno y los distintos actores políticos y sociales venezolanos que permita, a través del entendimiento mutuo, promover la estabilidad política, la recuperación económica y el pleno respeto a los derechos humanos».
Firmaron la nota los ministros de Relaciones Exteriores Susana Malcorra, de Argentina; José Serra, de Brasil; Heraldo Muñoz, de Chile; Claudia Ruiz Massieu, de México; Eladio Loizaga, de Paraguay, y Ricardo Luna, de Perú.
El presidente argentino también cuestionó la actuación venezolana en la unión aduanera del Mercosur, en crisis por una presidencia temporaria de Caracas que no es reconocida por los miembros fundadores: Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay. Al respecto consideró que «la entrada de Venezuela no aportó absolutamente nada» al bloque y que ese país «no ha cumplido en todos estos años con los requisitos democráticos para ser miembro pleno».