Rodolfo Daniel Pimentel tiene 17 años de casado con Solangel Roa, quien «soporta sus locuras». Tienen dos hijos, y además de su familia su pasión es cargar en la mano una cámara para lograr captar el «momento perfecto» o el «paisaje ideal». Este fotógrafo larense es uno de los galardonados en el II Salón de fotografía Carlos Eduardo López y mención honorifica en el salón de fotografía Divina Pastora, además otros reconocimientos que ha obtenido por el buen ojo que tiene a la hora de ponerse detrás del lente.
Desde muy pequeño llevó en sus manos una fotografía pero solo han transcurrido ocho años, y muchas horas detrás de la cámara y delante de un computador desde que decidió hacer de este arte parte esencial de su vida.
Asegura que la cámara es una extensión de su mano y que más que un trabajo la fotografía es una pasión, «agarro la cámara y me relajo me divierte y me siento bien».
Sus fotos llenas de color nos muestra cada uno de los íconos de la ciudad que lo vio nacer, pero su vista preferida siempre serán los amaneceres y el crepúsculo que cada tarde cae y envuelve a la urbe musical de Venezuela.
El arte que elabora a través de la fotografía le ha tomado mucho tiempo perfeccionarla, pues tratar de plasmar con sus imágenes una sensación en tercera dimensión para el ojo humano. Muestra de ello es «Al fin lo atrapé, mi crepúsculo viajero», la obra que nos quiso mostrar, y que cuando se observa en un recorrido de 180 grados se ve a la perfección el fenómeno que ocurre en el cielo larense con sus tonalidades.
Pimentel ha participado en diversos salones y exposiciones fotografías, como el concurso Lara en Imágenes, 10mo Salón de Artes Visuales del estado Lar, cuatro veces ganador del concurso de la Comunidad Sony Alfa Latinoamericana, entre otros.
Hoy su obra se expone en el Centro Ciudad Comercial Las Trinitarias con la muestra «La ciudad Más Bonita del Mundo» a propósito del nuevo aniversario de la celebración de Barquisimeto y en el salón que la Alcaldía de Iribarren dispuso para también conmemorar los 464 años de la capital larense.
elimpulso.com compartió un rato con este admirador incansable del maestro Carlos Cruz Díez, de quien respeta que a su edad aun siga trabajando y ofreciéndole al mundo la belleza del cinetismo y sus colores.
Aquí les dejamos la entrevista completa: