Para recordar: “Y dijo Jehová: No contenderá mi espíritu con el hombre para siempre, porque ciertamente él es carne; mas serán sus días ciento veinte años”. (Génesis 6:3)
Venezuela, es un país que tiene riqueza en muchos sentidos. Pero, por la situación que estamos viviendo, se aleja cada vez más a tener zonas azules. Si se considera la alimentación como uno de los eslabones primordiales para vivir por largos años.
Hace poco se habló del tema, en el Canal de noticias, CNN en español, el 21/09/16; algo que se habían mencionado en 2012, en el mismo canal, y fue un artículo (similar), reseñado en la revista National Geographic hace casi una década.
Las zonas azules, son llamadas así, los lugares del mundo donde las personas viven por más de 100 años. Por su parte, Ortíz, José Luis (2014), menciona un libro que identifica a las zonas azules y son: Okinawa, en Japón; Loma Linda, en California; Cerdeña, en Italia; Ikaria, en Grecia; y Nicoya, en Costa Rica (www.itesm.mx/)
Por razones de espacio y orientación religiosa, señalaremos los aspectos más importantes, relevantes que han influido para alargar la vida de las personas que viven en las zonas azules: 1) Moverse naturalmente: Hacer ejercicio no necesariamente en un gimnasio, sino en el campo y el hogar en forma natural. 2) Reducir la prisa: Tomar tiempo para meditar, orar y hasta para tomar una siesta. 3) Tener un propósito claro en la vida. 4) Comer hasta estar satisfecho y no repleto; 5) Dieta a base de verduras y frutas (aunque los que contemplan la carne, consumen carnes rojas de ganado vacuno u ovino). Amén, de los adventistas de Loma Linda, California que son estrictamente vegetarianos. 6) Fe y espiritualidad: Los más longevos tienen una filiación religiosa. 7) Familia: Donde existan diferencias, dificultad y armonía, pero como centro el amor, perdón y la esperanza. 8) Tribu adecuada: relacionarnos con personas animadas, alegres u optimistas.
El articulista William Amaro Gutiérrez, en el Diario EL IMPULSO, 20/09/16, p. A4, señaló: “Cuando Dios hizo al hombre lo hizo para que viviera eternamente”. Pero, como entró el pecado, el ser humano comenzó a morir y con todo eso, los antediluvianos vivían por largos años. Por ejemplo: Adán duró 930 años; Noé vivió hasta 950 años y Matusalén, el más longevo de la tierra, murió a los 969 años.
Lamentablemente, Dios tuvo dar esa sentencia de rebajar la edad, tal como lo dice nuestro texto inicial y en ese sentido, hemos escuchado al médico cardiólogo Ramón Aguilar decir que todos los humanos, deberíamos alcanzar la edad de 120 años. Y como mencionamos: Es triste que en Venezuela estemos muriendo por convertirse en inalcanzables las zonas azules, cuando acá tenemos tanta posibilidad.
En el sitio web, labibliayelhombreactual.blogspot.com/, señalan: No debemos preguntarnos ¿por qué (los antediluvianos) vivieron tanto?, sino que debemos preguntarnos, ¿por qué nosotros ya no vivimos tanto como ellos?
Tal vez, no todos alcanzaremos la edad promedio de los que viven en las zonas azules y menos en nuestro país, pero tenemos una esperanza, que muy pronto viene Cristo a esta tierra según la Sagrada Escritura y como dice el texto bíblico: “He aquí viene en las nubes y todo ojo le verá” (Apocalipsis 1:7, Hechos 1:11; Juan 14:1-3) e iremos al cielo, donde ya no viviremos 100 ó 120 años, sino eternamente.