Luego de ser herido por el disparo de un arma de fuego mientras cazaba en el sector Los Claveles de Pavia, al norte de Barquisimeto, Rolando Tona, de 26 años de edad, se encuentra batallando por su vida en el Hospital del Seguro Social Pastor Oropeza.
Lisbeth Ulacio, madre de Tona, dice estar encomendada a Dios, aunque no entiende por qué le ha tocado pasar por tan dolorosa situación.
“Solo Él sabrá”, dijo la dama de 45 años de edad, resignada y con lágrimas en unos ojos enrojecidos e hinchados.
Su pareja, Miguel Ángel Perozo Alvarado, de 26, fue asesinada la tarde del domingo cuando este iba con su fonda detrás de iguanas, conejos y pájaros. Mientras que a su hijo, tuvieron que drenarle un pulmón e intubarlo para salvarle la vida. Se encuentra estable pero su condición es delicada.
Lo que sucedió aún no es esclarecido, pues el estado de salud de Tona, testigo presencial del hecho, no le permite hablar lo suficiente como para dar detalle de los acontecimientos.
Asimismo, Ulació reveló que tiene varios meses de embarazo. El hoy occiso es el progenitor de la criatura y Tona, por su parte, es el menor de los dos tesoros de Lisbeth.
“Él es el único que me queda, que está conmigo, porque mi otra hija está viviendo en España”, relató.
Quincuagenario es arrollado en la Florencio
Como Leopoldo Ramón Herrera Díaz, de 58 años de edad, quedó identificado el hombre que resultó arrollado la noche de este lunes en la avenida Florencio Jiménez, a la altura del hotel El Edén, al oeste de Barquisimeto.
Según la versión de los familiares a otros medios de comunicación, pasadas las 7:00 p.m., a Herrera Díaz se lo llevó por delante un Chevette de marca Chevrolet y luego fue rematado por un autobús de Transbarca.
Contaron que el hoy occiso se ayudaba para caminar con muletas, pues una enfermedad le impedía moverlas con normalidad.
Dijeron que Ramón e iba camino a la licorería cuando fue víctima del infortunio. El Quincuagenario residía en el barrio Prados de Occidente junto a su madre y era el segundo de nueve hermanos.