La Conmebol anunció el martes que a partir de 2017 la Copa Libertadores se disputará de febrero a noviembre, en lugar de jugarse durante la primera mitad del año como hasta ahora, y durante varios meses coincidirá con la Copa Sudamericana.
La Sudamericana, el torneo continental de segunda línea que ahora se disputa una vez termina la Libertadores, se realizará entre junio y diciembre, señaló el organismo.
De esta manera, la Conmebol se acerca al formato europeo, en el que la Liga de Campeones y la Liga Europa se disputan simultáneamente.
«Por mucho tiempo los clubes han tenido que elegir entre el campeonato local y los torneos continentales, y eso afecta la calidad de ambas competiciones», dijo en un comunicado el presidente de la Conmebol, Alejandro Domínguez. «Esta medida nos permitirá mejorar el desempeño deportivo en los torneos nacionales, proteger a los jugadores y además potenciar la calidad de juego en las copas continentales».
Ariel Ramirez, funcionario de la oficina de prensa del organismo rector del fútbol sudamericano, dijo el martes a la AP que la Conmebol se reunió con las 10 asociaciones nacionales de Sudamérica para informarles sobre los cambios.
«En esa reunión se le estaba informando a las diez asociaciones que deben ajustar su calendario de competición local al cuadro de desarrollo de ambas copas», añadió.
Sin entrar en detalles, la Conmebol dijo que los 10 equipos que no avancen a los octavos de final de la Libertadores pasarán a competir en la Sudamericana, un sistema similar al que utiliza la UEFA con la Champions y la Europa.
Los campeones de ambos certámenes tendrán asegurado puestos en la fase de grupos de la siguiente edición de la Libertadores.