Mediante un comunicado, la Asociación de Productores Rurales del estado Portuguesa (Asoportuguesa), señala que inician un nuevo período de cosecha de cereales del ciclo invierno, esforzándose en incrementar la oferta de maíz y arroz para el país, en medio de dificultades que limitan las labores agrícolas por la poca disponibilidad de insumos y repuestos, la inseguridad y el deterioro de las carreteras.
Resaltan además que entre el ciclo invierno y la siembra que se abrió de emergencia en agosto, alcanzaron a cultivar alrededor de «28.517 hectáreas de maíz, distribuidas en 11.851 has. del cereal blanco y 16.556 has. del tipo amarillo, en las que estima producir más de 130 millones de kilos, que representarían una leve recuperación en comparación al 2015».
En este sentido, José Argenis Peña, agricultor de la zona de Los Caballos (parroquia Santa Cruz del municipio Turén), reconoce que las condiciones de la cosecha no son las mejores, dado a que en algunos lotes hay una fuerte incidencia de malezas por la aplicación a destiempo de los agroquímicos que fueron entregados en la medida que eran despachados por el sector público y privado a Asoportuguesa.
Peña adicionó a este problema, la inseguridad y el mal estado de las vías de penetración rural, asegurando que no se puede trabajar ni desde “muy temprano” ni hasta muy tarde por el auge de la delincuencia.
Indicó además que las vías de penetración rural se encuentran en muy mal estado, acotando además que el sector agrícola no es ajeno al déficit de repuestos que existe en el mercado interno.
«Hay días que pierde el viaje recorriendo todos los comercios de la ciudad, sin conseguir las piezas que hacen falta para reparar la maquinaria. Esperemos que para esta cosecha, al menos se fijen mejores precios al maíz blanco y amarillo para que podamos recuperar parte de lo invertido”, indicó el productor.
Estas condiciones se replican en la cosecha de arroz, aunado a la preocupación por el descenso de los rendimientos en algunos lotes arroceros.
José Luis Álvarez, productor del municipio Páez, manifestó que hace cuatro años se viene teniendo problemas con el denominado “síndrome del vaneamiento repentino del cultivo” que ha bajado la productividad, por factores aún sin determinar.
“Donde antes sacábamos 6 mil kilos, ahora solo llegamos a 4 mil kilos por hectárea”, se quejó.
Precisó que la inflación en los insumos, entre los cuales hay unos que han triplicado su valor, ha dificultado el cálculo de los costos de producción en esta cosecha, en la que hay expectativas en cuanto a un posible incremento en el precio del arroz, cuyo manejo agronómico también se ha visto impactado por gastos adicionales relacionados a la reposición de equipos robados y pago de personal para redoblar la seguridad en las fincas.
Finalmente el productor afiliado a Asoportuguesa reconoció el compromiso del gremio en cubrir sus necesidades en las medidas de las posibilidades, tratando de facilitar los recursos para elevar la oferta de materia prima y alimentos para los venezolanos.