En la vida social el intercambio de información es fundamental para mantener relaciones con los demás. Nuestras mejores amistades seguramente las conocimos a partir de una conversación agradable o divertida, en la que nos dimos cuenta que teníamos gustos comunes y cosas que compartir.
Hay personas que les cuesta tomar la iniciativa para hacer nuevos amigos, temen ser rechazados al intentar acercarse a una persona que les puede parecer interesante. sin embargo, para conocer a alguien y entablar una relación el primer paso es entablar un diálogo.
Cuando decidas acercarte a alguien para conocerle, no pienses «¿qué puedo decir?», sino que improvisa y busca un pretexto para aproximarte y presentarte a esta persona. Recuerda que cuando pensamos mucho sobre cómo actuar, nos viene las dudas y, con ello, acabamos por echarnos atrás. ¡Lánzate y no pienses demasiado! ¡Sé optimista!
Para mantener una conversación satisfactoria es preciso que utilicemos lo mejor posible nuestro recursos verbales. Hay personas que lo hacen a la perfección y que ante los demás se muestran agradables, inteligentes, accesibles y amables. En cambio, los más introvertidos tienden a mostrarse inaccesibles, tímidos, fríos y distantes, de tal modo que su compañía raramente es deseada, sino más bien todo lo contrario. Son personas con dificultades comunicativas que generalmente se angustian.
Esta actitud es la menos adecuada en un mundo en que la comunicación es un elemento clave para lograr nuestros objetivos personales y sociales cotidianos. El diálogo enriquece las relaciones humanas, permite que las personas se conozcan entre sí, se inicien relaciones de todo tipo y que se profundice en las que mantenemos con nuestros amigos o familiares. ¡No lo olvides nunca!
Si bien existe la posibilidad de que la otra persona nos responda mal cuando intentemos acercarnos a ella, no perdemos nada si nos rechaza, ya que ni siquiera la conocíamos.